Colectivo Yolaltepetl impulsa la identificación y microreforestación de hongos en La Malinche

En La Malinche se tienen 60 variedades de hongos, muchos de ellos comestibles, algunos con propiedades medicinales y otros no aptos para consumo.

El Colectivo Yolaltepetl impulsa la identificación de hongos y concienciación sobre el papel ecológico que cumplen estos organismos | Verónica López
Puebla, Puebla /

Ante la deforestación que amenaza a la montaña La Malinche, considerada como la quinta más alta del país y un importante abastecedor de agua para los estados de Puebla y Tlaxcala, el Colectivo Yolaltepetl impulsa la microreforestación, una actividad que combina la búsqueda e identificación de hongos silvestres de manera ancestral, así como acciones para la conservación y aprovechamiento de los recursos naturales.

En el bosque ubicado a menos de una hora de la capital poblana, se tienen identificadas más de 60 variedades de hongos, muchos de ellos comestibles, algunos con propiedades medicinales y otros no aptos para consumo. Todos forman parte de un ecosistema en riesgo por incendios y la tala irregular.

Proteger las áreas verdes y rescatar la gastronomía nahua, la misión del colectivo Yolaltepetl

Miguel Ángel Reyes, chef originario de San Miguel Canoa, una junta auxiliar ubicada al norte de la capital, encabeza el colectivo Yolaltepetl (corazón de la montaña) que tiene por objetivo impulsar la identificación de hongos y hacer conciencia sobre el papel ecológico que cumplen estos organismos.

Adentrarse al volcán es caminar entre encinos, pinos, oyameles, una diversidad de flora y fauna, que se ve amenazada por la mano del hombre. Del lado de Puebla, la montaña registra una mayor deforestación; mientras que, en territorio tlaxcalteca, se conservan más árboles y zonas verdes.

La valoración de la riqueza de La Malinche y la importancia de cuidar este pulmón para la zona conurbada, son parte de los objetivos de este colectivo integrado por chefs, nanacateros, biólogos, y especialistas en ciencias ambientales, quienes se unieron para promover las riquezas de su comunidad, rescatar la gastronomía nahua y, al mismo tiempo proteger las áreas verdes.

“Comenzamos en el año de 2019, justo antes de la pandemia con diferentes actividades desde reforestaciones, microreforestaciones”, comentó Miguel Ángel, chef especializado en gastronomía a base de hongos.

Explicó que la presencia de estos ejemplares en temporada de lluvias es sinónimo de riqueza boscosa; mientras que en zonas deforestadas, cada vez es más complicado encontrar este tipo de ecosistemas.

“Tenemos alrededor de 60 especies de hongos diferentes que nosotros levantamos, recolectamos y son comestibles, pero hay todavía un sinfín de otras especies, que son muy bonitas, llamativas y que, también, tienen un funcionamiento dentro del ecosistema”, añadió.

¿Qué variedades de hongos hay en La Malinche?

La variedad de hongos en esta zona boscosa sorprende tanto por los colores de cada brote, la textura, el olor y hasta por el sabor.

Cada ejemplar crece con la caída de las gotas de lluvia. Laccarias, trompa de cochino, amanitas conocidas como mantecados, xotomas, amarillitos, lenguas de lobo, turbinellus, ramarias, nanacatl, orejas de conejo, escobetas, campanillas, son algunas de las variedades comestibles nativas que crecen en las entrañas de esta montaña.

Encontrar estos ejemplares puede llevar horas caminando, pero identificarlos requiere años de conocimiento, sobre todo cuando se trata de variedades no comestibles.

Por otra parte, la colecta de hongos es una práctica que se realiza al llegar las primeras lluvias del año, pero toma fuerza en los meses de agosto y septiembre.

“Es una actividad en la que se conjugan los conocimientos científicos y el conocimiento ancestral. En la parte ancestral nosotros, desde pequeños, nuestros abuelos, nuestros padres nos llevan al campo y nos enseñan a identificar cuáles son los hongos más sabrosos y cuáles son los que recolectamos. Apreciar la belleza, la naturaleza de cada hongo de cada figura que es muy singular”, comentó Miguel Ángel a TELEDIARIO durante un recorrido por la montaña.

Habitantes de la zona cercana a la reserva de La Malinche son los principales recolectores de hongos principalmente para autoconsumo, ya que con ellos se preparan desde sopas, moles, pipián, quesadillas y hasta tamales.

Miriam Toxqui Munguía, estudiante de doctorado de Ciencias Ambientales en la BUAP, se dedica a la práctica de la microreforestación y desarrolla un proyecto para que los hongos vuelvan a crecer en zonas deforestadas y dar paso a un ciclo de recuperación.

“Los hongos van a crecer en relación con algún pino o encino y, en este caso, investigamos primero qué hongo está relacionado con qué pino o con qué encino. Una vez determinado esto, determinamos qué área forestal vamos a inocular para que puedan volver a crecer estos hongos, es una reproducción”, explicó.

Mientras recolecta ejemplares en la montaña con fines de investigación, la especialista destaca la importancia de que la gente tome conciencia sobre el cuidado de cada ecosistema, pero también de que se preserven tradiciones heredadas por los antepasados y así proteger a la montaña.

“Trabajamos diversidad, trabajamos saberes, identificación y, en este caso, la microreforestación, que cultivemos en niños o en adultos esta idea de preservar el medio ambiente, de preservar los hongos y, que no solamente es reforestar por reforestar, sino también hacer una inoculación de hongos”.

AGA

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