Una de las tradiciones más significativas y representativas de León es el Combate de Flores; celebración que se realiza cada año el día 16 de septiembre en la plaza principal de la ciudad y en el Parque Hidalgo, este evento tiene como objetivo el cortejo entre las parejas con una flor.
De acuerdo con el Archivo Histórico Municipal, el combate de flores es una tradición que forma parte de nuestros bienes culturales como leoneses, haciendo una mezcla de usos y costumbres que nos da identidad desde el siglo XIX e inicios del siglo XX cuando se realizó por primera vez.
Cabe destacar que antes, el evento se realizaba en los barrios más tradicionales de la ciudad, como: El Coecillo, San Juan de Dios y San Miguel, posterior a los desfiles que se realizaban por el 15 de Septiembre con motivo del Grito de Independencia o 20 de Noviembre por la Revolución Mexicana.
Los hombres caminaban por un sentido alrededor del kiosco mientras que las jovencitas, en el mayor de los casos acompañadas por chaperonas, del lado contrario, la venta de flores en el lugar era para los jóvenes un pretexto y un lindo gesto para acercarse a la mujer con quien se hubieran cautivado, con el fin de comenzar una charla y de ser posible invitarle una nieve.
Las mujeres al aceptar los claveles o gardenias otorgados por los hombres, estaban accediendo a que las acompañara a dar otra vuelta por la plaza caminando para platicar.
Se sabe que, con este se iniciaba una relación de noviazgo y algunas otras terminaban en matrimonio, así era como antes se conocían las personas; una vez que se conocían pasaban el tiempo juntos, iban a la quema del castillo o a cenar para luego terminar formalizando la relación.
Datos del Archivo Histórico de León señalan que, anteriormente los accesorios que utilizaban para el festejo que se llevaba a cabo durante la tarde era un sombrero de cartón, un antifaz de zorro o confeti.
El Archivo Histórico de León, refiere que esta tradición se ha ido modificando a lo largo de los años, ya que las nuevas generaciones han cambiado la manera de presentarse ante las jóvenes, sin embargo, el fin último de este acto es mostrar que en el bajío siguen existiendo hombres atentos y respetuosos.
PCQG