Ante la crisis de agua que se vive en Nuevo León, los comerciantes de la Presa la Boca esperan que regrese la afluencia a sus restaurantes.
La Presa de la Boca fue construida en 1960 para el beneficio de la zona de Monterrey.
Sin embargo, la mancha urbana creció de manera importante y el embalse fue insuficiente, abasteciéndose de otras presas.
Ante la reciente escasez de agua y la presa casi seca, los comercios de este lugar se vieron afectados.
Los dueños de restaurantes comentaron que la movilidad en la zona se redujo un 75 por ciento.
Un dueño de un restaurante de mariscos dijo que de tener 30 trabajadores, ahora tiene 5.
Por último comentaron que pudieron sobrevivir a los 2 años de la pandemia pero que no esperaban que el caso del desabasto fuera tan crítico y esperan que llueva mucho para que pueda regresar la afluencia.
jvl