Ante las altas temperaturas que se registran en el área metropolitana de Monterrey, Telediario realizó un recorrido con una estación meteorológica portátil para constatar las temperaturas a las que se enfrentan los comerciantes que venden en las calles.
En la zona norte de Monterrey, específicamente en la colonia Fomerrey 35, entrevistamos a Caty Rodríguez, quien se dedica a la venta de Yukis o también conocidos como raspados, nos explicó que sus ventas han bajado drásticamente debido a que las altas temperaturas provocan que su materia prima, el hielo, se derrita rápidamente.
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Además, sus principales puntos de venta son los planteles educativos. Sin embargo, los padres de familia han decidido no mandar a sus hijos a la escuela precisamente por el calor extremo, lo que irónicamente provoca una baja en sus ventas, pues se esperaría que el calor incrementara la demanda de helados.
“Al solazo, y aquí hay muchos rayos del sol, te puede dar una enfermedad en la piel también, pero, pues tenemos que salir a trabajar, yo me preparo usando bloqueador y tomando agua y los hielos que vendemos.
“No, pues nos dura un poco menos porque se nos derrite, la mitad se vende, la mitad de un poco y la mitad se derrite, y pues casi no hay gente, pero tenemos que salir a buscar clientes para vender”, señaló Caty.
A las 5:40 de la tarde, la temperatura en el triciclo de venta de Yukis registraba 36.5 grados centígrados, con una sensación térmica de 42.5 grados.
Por otra parte, entrevistamos a Adriana Rodríguez, quien se dedica a la venta de tacos, ella no solo enfrenta los calores de Monterrey, sino que también debe soportar aún más calor al estar frente a la cocina de su negocio.
“Pues es que es bien difícil porque el calor que está afuera aquí se siente el doble y el calor, pues agota un chorro, pero aquí no podemos poner abanicos porque me apaga la lumbre y el pelo nos lo tenemos que recoger porque el calor está bien fuerte, también solamente tratamos de hidratarnos a cada ratito y tomar agua para no sentirnos mal y mitigar el calor que está bien fuerte”
“Gracias a Dios, no me ha pasado que las comidas se me echen a perder por el calor, pero en cuanto a las ventas, sí ha subido porque la gente tiene calor y no cocinen en sus casas. Pero gracias a Dios, en eso, si no sabe beneficiado a nosotros”, señaló Adriana Ramírez.
A las 7 de la tarde, la temperatura afuera del establecimiento marcaba 35 grados centígrados con una sensación térmica de 39.7 grados. Ya en el interior, cerca de la cocina, la temperatura ascendía a 39 grados con una sensación térmica de 43.6 grados centígrados.
Ya en el interior, cerca de la cocina, la temperatura ascendía a 39 grados con una sensación térmica de 43.6 grados centígrados.
Estos comerciantes, como muchos otros en Monterrey, deben enfrentar diariamente condiciones extremas para ganarse la vida, poniendo en evidencia la necesidad de considerar medidas que puedan mitigar el impacto del calor sobre los trabajadores de la calle.