La gestión de Luis Miguel Barbosa Huerta, al frente del gobierno de Puebla, comenzó en el año 2019 y terminaría en el año 2024, tras realizarse un nuevo proceso electoral, pero te has preguntado por qué solo gobernaría durante cinco años en lugar de seis.
Puebla en el año 2018 vivió una de las tragedias más impactantes para la historia del estado, pues en pleno día previo a la navidad una unidad aerea se estrelló en campos de cultivo del municipio de Santa María Coronango.
En ese accidente falleció la gobernadora electa de Puebla, Martha Érika Alonso junto al exgobernador Rafael Moreno Valle, por esta razón la recién nombrada titular del ejecutivo del estado fue relegada del cargo.
Por tal motivo se nombró como gobernador suplente a Guillermo Pacheco Pulido, quien organizó las elecciones extraordinarias para elegir a un nuevo mandatario.
En ese momento, Luis Miguel Barbosa Huerta, quien en las pasadas elecciones había quedado en desventaja en el conteo de votos contra su rival Martha Érika, decidió volverse a lanzar como candidato.
Alcanzando en ese momento el triunfo que le otorgó la autoridad para gobernar Puebla, sin embargo, desde ese entonces, se supo que su mandato solo duraría cinco años, a causa del interinato previo.
El gobierno del estado de Puebla se ha visto golpeado por la muerte de dos de sus representantes en diferentes años, Martha Érika Alonso que falleció en un accidente aéreo el 24 de diciembre del 2018 y Miguel Barbosa Huerta que falleció este 13 de diciembre del 2022.
Este martes la conmoción por el fallecimiento de Miguel Barbosa alcanzó a diferentes sectores de la población; como el empresarial, el educativo y el político, pues personalidades de diferentes zonas enviaron sus condolencias a la familia y amigos cercanos.
Además se confirmó que el mandato de Barbosa terminaría antes de lo previsto, pues tras sufrir un problema de salud, tuvo que ser hospitalizado de emergencia en el hospital de Traumatología y Ortepedia, adscrito a la secretaría de Salud, para después ser trasladado a un hospital de la Ciudad de México en dónde finalmente sus signos vitales se extinguieron.
ERV