En algunas zonas lejanas del municipio de León, las personas carecen de distintos servicios, entre ellos el del agua, la cual les ha faltado por varias semanas. Ante esta situación, se han visto en la necesidad de recolectar el agua de lluvia, misma que utilizan al interior de sus hogares.
Por situarse en el centro del país, el estado de Guanajuato es calificado por el Inegi como una zona semiárida, y con base en el Censo de Población y Vivienda, se estima que el 2.7 por ciento no cuenta con agua entubada en su vivienda.
A este sector pertenecen tres comunidades del municipio de León: Los Castillos, Villas de la Luz y Los Sauces, por mencionar algunos ejemplos, donde el acceso al agua es bastante irregular.
Como un claro ejemplo de esta problemática, en la comunidad de Los Castillos cada año carecen de este servicio, lo cual puede permanecer de este modo durante varios días, o incluso meses.
“Fueron como 15, 22 días, más o menos sin agua. Nomás nos habían avisado que estaban arreglando porque había unos problemas en las bombas, y no abastecían aquí la colonia de agua”, relató Pedro Ramírez, habitante de la zona.
Cuando no les es suministrada el agua con regularidad, los habitantes de esta zona y de muchas otras presentan problemas para realizar sus actividades diarias, e incluso se ven en la necesidad de utilizar el agua de lluvia al interior de sus hogares.
“Sí, de la lluvia, bueno, yo sí. Ahí llené dos barriles, que hasta ‘maromeritos’ tiene, pero pues ya para el baño, que es para lo que más se ocupa”, explicó.
En Los Castillos, es común ver múltiples tinacos, barriles o botes en las casas, que permiten recolectar el agua de la lluvia; sin embargo, hay algunos lugares que no tienen esa posibilidad, y que deben pedir dicho líquido de manera gratuita a sus vecinos.
“De hecho hasta han venido a pedirme agua, porque yo tengo algíber y me han venido a pedir botes de agua, y pues yo tampoco no les niego. Aunque sea que agarren uno o dos botecitos porque pues yo también, no me puedo quedar sin agua, y menos para tomar. O sea, yo el agua de la lluvia la agarro para lavar, para los baños, para la limpieza”, dijo Pedro.
Además, como parte de esta difícil situación, vecinos comentan que, en las ocasiones donde reestablecen el servicio, esto ocurre durante la madrugada, por lo que deben despertarse a tempranas horas para llenar botes o cubetas.
“Hoy nomás nos la ponen también en la madrugada, siempre en la madrugada, de las 3 a las 5 o seis de la mañana y ya en todo el día no hay nada”, expresó Pedro Ramírez.
Finalmente, estos son solo algunos de los problemas que deben enfrentar los ciudadanos ante la escasez del agua, un líquido vital que pese a ser un derecho humano, no aplica para las zonas lejanas del centro de las ciudades.
PCQG