Puebla inició las celebraciones del mes patrio con un asombroso espectáculo musical protagonizado por los tenores mexicanos de talla internacional: Ramón Vargas, Javier Camarena y Fernando de la Mora, quienes con sus interpretaciones temas clásicos de la música mexicana emocionaron a los asistentes.
Al inicio de la presentación los tenores estuvieron acompañados por el coro normalista y la Banda Sinfónica de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado; alternando una canción a la vez y después compartiendo el escenario con temas como O'Sole Mio, Granada y Sabor a Mí.
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Durante la interpretación de la canción Júrame el ambiente de la noche se tornó romántico, incluso algunos asistentes se unieron a las voces de los tenores y cantaron al unísono. Otro tema que ovacionaron los asistentes fue Cuando Calienta el Sol, interpretado por Ramón Vargas.
Gonzálo Romero acompañó con un piano dual acústico al tenor Ramón Vargas con el tema Frenesí, durante la interpretación los espectadores aplaudieron y bailaron desde sus asientos, al igual que con el tema Perfume de Gardenias mientras escuchaban algunos se unieron a cantar con el tenor y otros aprovecharon el tema para abrazar a su pareja sentimental.
Los tenores resaltaron su gusto por la música romántica y posteriormente abrieron su escenario a Los Panchos, con quienes cantaron el tema Sin Ti, Usted es la Culpable, Mujer y Reloj, tema que dedicaron a Roberto Cantoral, autor de la canción.
El resto de la noche estuvo amenizada con temas como: El Secreto de Amor, Hasta que te Conocí y El Triste.
La fiesta y el patriotismo llegaron cuando el Mariachi Juvenil Tecalitlán entró al escenario e interpretaron junto a los tenores los temas La Malagueña, Serenata Huasteca, Me Cansé de Rogarle, entre otros temas populares mexicanos con los que los asistentes cantaron, aplaudieron y hasta chiflaron.
La noche terminó con los tenores Ramón Vargas, Javier Camarena y Fernando de la Mora y el público cantando Cielito Lindo.
Los espectadores aplaudían y se deleitaban con cada participación, y se observó un lleno total. Algunos grababan con sus teléfonos para atesorar el momento y otros pusieron toda su concentración en escuchar cada nota y estrofa.
AGA