El trasvase de agua de la presa El Cuchillo, en Nuevo León, a la presa Marte R. Gómez, en Tamaulipas, concluyó esta mañana, informó la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Luego de que iniciara el trasvase de agua con una duración de 11 días, este jueves 8 de diciembre se dio por finalizado el trasvase del vital líquido y a las 10:05 horas cuando fueron cerradas las compuertas de la presa El Cuchillo.
El 27 de noviembre, la Presa El Cuchillo tenía un almacenamiento de 756.450 millones de metros cúbicos de agua, lo que representaba un 67.35 por ciento de la capacidad del embalse, hoy al término de los trasvases, cuenta con 556 millones de metros cúbicos de agua, lo que representa el 49.5% de su llenado.
Mientras tanto, en esa misma fecha, la Presa Marte R. Gómez, ubicada en Tamaulipas, reportaba un almacenamiento de 392.022 millones de metros cúbicos de agua, lo que se traducía en un 50.15 por ciento de llenado e incrementó su almacenaje al 70.53 por ciento de su capacidad total.
Este volumen en ambas presas permite garantizar el agua potable para la zona metropolitana de Monterrey al tiempo que se apoya al Distrito de Riego 026 Bajo río San Juan, conforme a los Acuerdos de 1996.
El gran impacto de hacer un trasvase de agua
El efecto barrera
Una consecuencia inmediata de una infraestructura de la magnitud de un trasvase entre cuencas es el efecto barrera. Aunque entre las construcciones de un trasvase hay acueductos elevados que, sostenidos por pilares, facilitan el paso de un lado a otro, en otros casos se construyen canales artificiales al nivel del suelo, que limitan el movimiento de los animales, incapaces de cruzar el agua.
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También las plantas cuyos frutos o semillas son transportados por animales quedan limitadas para su expansión y desarrollo. Pero además, la canalización de grandes volúmenes de agua en movimiento producen, a su vez, vientos transversales. Esta alteración en el movimiento natural de los vientos impide también el paso de frutos y semillas que sean movidas por el viento.
Homogeneización de ecosistemas
Pero el efecto barrera no es el único, esa misma infraestructura puede convertirse en un corredor que atraviese barreras naturales. De hecho, esa es, en principio, la función de un trasvase: mover el agua de una cuenca a otra a través de una barrera biogeográfica, que está representada por la divisoria de aguas.
De este modo, animales, plantas o microorganismos que antes solo vivían en una de las cuencas pueden trasladarse, empleando el trasvase, y colonizar la cuenca vecina. Especies que antes no estaban en contacto pasan a compartir un mismo entorno, y se dan nuevas relaciones de competencia para las que las poblaciones no están previamente adaptadas. En este sentido, las cuencas hidrográficas funcionan como islas de biodiversidad, y el trasvase como un puente que las une.
Las especies que resulten más aptas serán las dominantes en el ecosistema, y las menos aptas pueden llegar a desaparecer. Este efecto homogeneizador convierte a dos ecosistemas que antes eran distintos, en uno solo, mixto entre ambos, pero con menor riqueza de especies que la que tenían ambas cuencas por separado.
elmm