La Casa de los abanicos está ubicada en Guadalajara, en la colonia Moderna, y fue construida en el siglo XlX.
Actualmente este lugar es rentado como salón de eventos, pero no siempre fue así, y es que la Casa de los abanicos tiene una leyenda aterradora detrás.
Luego de su construcción, en 1903, principalmente sería ocupada por una persona de origen francés para después, en 1907 pasar a ser adquirida por Manuel Cuesta Gallardo, quien fuera gobernador de Jalisco en las épocas donde el porfiriato estaba por concluir.
Dicho sea de paso, fue Manuel Cuesta quien mandó a traer desde Francia los abanicos que adornan esta mansión, mismos que le dan el nombre.
Pero tiempo después, la casa estuvo abandonada durante un tiempo, y esto fue aprovechado por un grupo de personas que, según cuentan, ingresaban al recinto y organizaban misas negras, ocultismo y hasta rituales satánicos, por lo que dicen, este lugar quedó embrujado.
Según decían los vecinos de la casa, o gente que transitaba por ahí, por las noches era común apreciar sombras y escuchar diversos ruidos en su interior, mayormente lamentos.
Lo que es un hecho, es que la casa después de terminada la revolución mexicana, fue abandonada y en en 1923 fue adquirida para que fungiera como uno de los primeros colegios que hubo en Jalisco, llamado ‘San José’.
Tiempo después, también esta mansión de corte francés, pasó a ser la primera sede de la Universidad Jesuita ITESO.
Fue justamente después de ser sede del ITESO cuando la mansión quedó totalmente abandonada, y ahí es cuando surgió la leyenda que está maldita por los actos oscuros que se realizaron.
Fue hasta la década de los 90 cuando el lugar fue adaptado para ser un salón de eventos, que de hecho tienen su página web para los interesados en rentar esta mansión.
MQ