Participar en los preparativos de una cena familiar, divertirse con algunos juegos y expresarse los mejores sentimientos, son algunas de las acciones que pueden disfrutarse estas fechas.
“La Navidad no es dar ni recibir, ya que el propósito de esta época es compartir, y podemos hacerlo dando un abrazo, una sonrisa, una palabras o alimento, es decir, comparto lo que tengo”, refiere María Guadalupe Iglesias Ramírez.
“Esta época es una oportunidad muy buena para reafirmar este grupo social, que es uno de los más importantes a nivel sociedad”, argumenta la psicóloga.
Por su parte, para el filósofo Jorge Ignacio Ibarra Ibarra, estas fechas deben convertirse en un espacio de paz, diálogo y reconciliación, como mensaje principal, y evitar caer en el consumismo y la mercantilización.
“Considero que debemos identificarnos con los recuerdos familiares, los amigos más cercanos y la atmósfera que vivimos en Navidad sin la necesidad de esta construcción de modelos de símbolos y productos que nos ofrece el mercado. Construyamos nuestra propia Navidad más auténtica, original e inmediata”, destaca el especialista de la UANL.
Ante el escenario vivido en los últimos dos años por la pandemia, Ibarra Ibarra recalca la importancia de reforzar estos círculos cercanos con la familia y los amigos, puesto que hoy es complicado crear nuevos entornos sociales.
Para la profesora de la Facultad de Psicología de la UANL María Guadalupe Iglesias Ramírez, esta temporada navideña es un buen momento para reencontrarse con la familia, siempre atendiendo las recomendaciones sanitarias, con reuniones familiares sin aglomeraciones o con videollamadas a otros integrantes, como los abuelos, tíos o primos.
“Considero que la Navidad es de reencuentros y es un tiempo para compartir. Además, la pandemia nos ha enseñado a valorar la presencia, la compañía, el contacto, el amor, la cercanía y la vida”, señala Iglesias Ramírez.
Jorge Ignacio Ibarra Ibarra recuerda los valores presentes en la Navidad, tales como la esperanza, el amor, la reconciliación, la solidaridad y la comunicación, independientemente del origen, religión o ideología de las personas.
"Considero que esto puede ser lo positivo de esta época para el regiomontano, volver a esos valores familiares. Además de que este tiempo lo necesitamos en nuestra vida para calmar el ritmo de trabajo, los conflictos, los rencores y los enfrentamientos, para poder continuar”.
FSQ