La reciente actividad del Popocatépetl ha despertado los peores temores de la población, sobre todo, de aquellos que nunca habían presenciado el poder de este volcán ya que su última erupción considerable se registró en el mes de diciembre del año 2000.
La actividad constante del volcán comenzó en abril del año 2000, cuando el coloso rompió uno de los domos de lava, luego su actividad aunque permaneció, dejó de preocupar a los habitantes pero en diciembre de ese mismo año todo cambió.
El 12 de diciembre del año 2000 la actividad del volcán Popocatépetl aumentó de manera preocupante, a tal grado que los fragmentos incandescentes que lanzaba el coloso se podían apreciar durante las noches; a partir de ese momento y hacia finales del año la actividad se intensificó, hasta que Protección Civil comenzó con la evacuación de algunas comunidades.
Entre los días 18 y 19 de abril se registró una cascada de lava que se podía percibir a kilómetros, los lanzamientos de lava eran fácilmente observables a largas distancias y en ese momento se tenía el temor de que la lava no frenara y ocasionara daños irreparables, para fortuna de la población la actividad cesó.
Sin embargo, este momento pasó a la historia como uno de los momentos en los que el volcán demostró su poder con solo una prueba, pues hay registros de erupciones durante la época prehispánica que ocasionaron más destrozos como la que incluso quedó grabada en el Códice Telleriano Remensi que data del año 1509.
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Actualmente hay miles de personas que nunca habían presenciado este tipo de actividad, debido a que nacieron durante el año de la erupción o después; pero lo que resalta de este periodo de actividad volcánica es justamente la actividad cotidiana que está por cumplir casi tres semanas de caída de ceniza continua derivado de explosiones acompañadas de material incandescente.
Estas explosiones van acompañadas de grandes fumarolas que superan los 5 kilómetros de altura y que generan grandes cantidades de ceniza que llegan a los municipios más cercanos que incluyen la capital del estado.
Luego de esta actividad, se han registrado otras explosiones y lanzamiento de fragmentos incandescentes, pero no ha ocurrido otra erupción hasta el 18 de mayo del 2023.
ERV