Hoy se cumplen tres años del inicio de la pandemia de covid-19 en Puebla. Fue el 10 de marzo de 2020 cuando el gobierno estatal confirmó que un ciudadano ítalo-argentino era portador del virus pese a ser asintomático, lo que prendió las alarmas en toda la entidad.
Mil 95 días después, el titular de la Secretaría de Salud (Ssa) estatal, José Antonio Martínez García, reveló en entrevista para MULTIMEDIOS que entre 7 mil a 10 mil poblanos pudieron haber muerto de coronavirus sin siquiera saberlo.
El funcionario explicó que el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Información (Inegi) arrojó que Puebla tuvo un incremento considerable en el exceso de mortalidad durante 2020 y 2021, cuando se vivieron las olas de contagio más fuertes.
Ante dicho fenómeno, la Ssa comenzó a analizar qué pudo haber provocado esa situación, ya que varios enfermos se negaron a ir al hospital y fallecieron en sus casas pese a que el sector salud en Puebla habilitó diversos hospitales para atender a la población.
“Eso es lo que estamos haciendo con el exceso de mortalidad. Ver si murieron por otra enfermedad o fue por la covid-19. Estamos obligados porque al ver ese exceso de mortalidad que hubo en 2021, si yo nada más tengo registrados los casos positivos y vemos todavía ese desfase que existe en ese mismo año, queremos ver si se murieron por la infección de covid-19 o por otra causa”.
Expuso que pacientes con enfermedades crónico-degenerativas o en fase terminal dejaron de ir a los centros de salud para su tratamiento o por medicamento ante el temor de contagiarse; sin embargo, al momento de morir, los agentes del ministerio público calificaban las defunciones como “probable covid”, ya que, según familiares, manifestaron síntomas o ellos mismos estaban contagiados.
Señaló que conocer la cifra exacta de cuántos poblanos han muerto a causa del virus llevará varios años, pues es poco el personal que se encarga de realizar “autopsias verbales”, proceso que se realiza mediante el análisis del expediente del fallecido y una charla con familiares, quienes indicarán cómo fueron sus últimos días con vida.
“Es necesario saberlo para tomar acciones a futuro por si se vuelve a presentar por lo menos dejarlo (un antecedente) porque son cada 100 años este tipo de pandemia, que las próximas generaciones sepan cómo abatir lo que nos tocó”.
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De acuerdo con el secretario de Salud, al corte del 9 de marzo de 2023, un total de 17 mil 420 personas han muerto por coronavirus en Puebla; no obstante, teniendo en cuenta el escenario anterior, la cifra bien podría rebasar los 24 mil o los 27 mil decesos, lo que sería entre el 0.36 o el 0.41 por ciento de los 6 millones 583 mil 278 habitantes que había en el estado cuando inició la pandemia, según el Censo 2020 del Inegi.
Entre los fallecidos, lamentó que 587 de ellos fueran integrantes del personal por la salud, pues dieron su vida como parte de su vocación: 203 eran médicos, 62 eran enfermeras y 322 personal operativo de otras áreas, como camilleros, anestesiólogos, paramédicos, entre otros.
“Amen a sus enfermeras, a sus médicos, a todo el personal que tuvo que ver durante la pandemia ámenlos, respétenlos, quiéranlos, son sus mejores aliados, dieron la vida por ustedes”.
¿Sólo 200 mil positivos?
De acuerdo con el ‘doctor Martínez’, en Puebla se han realizado 335 mil 654 pruebas de laboratorio, de las cuales, 200 mil 607 han resultado positivas al virus. Es decir, cada día se detectaron 183 casos o, en su caso, cada hora hubo siete nuevos enfermos.
No obstante, advirtió que esas cifras no son definitivas y la realidad es que la cifra de personas enfermas bien puede multiplicarse por varios números más, ya que hubo personas que nunca se enteraron de su contagio al ser asintomáticas o porque sus familiares resultaron positivas y ya no vieron necesario hacerse la prueba, pues también manifestaron síntomas.
“Si estamos hablando que hicimos 335 mil pruebas hasta ahorita y tenemos 200 mil positivos confirmados eso hay que multiplicarlo. Cuando era antes de delta era un factor por ocho, con la variante delta es un factor por 15 y con ómicron es un factor por 18. Esa es realidad”.
Comentó que esta dinámica de “fórmula de definición operacional” fue adoptada por la federación para evitar que los recursos de salud se utilizaran exclusivamente en pruebas PCR, ya que eran costosas y los gobiernos se quedarían sin dinero para operar sus hospitales.
“Eso explica el por qué hay gente que cuestiona a López-Gatell. ¿Cómo dice que en Puebla van 200 mil casos en casi 7 millones de habitantes si encima a mí y a mi familia de cinco, a todos nos dio”.
José Antonio Martínez pensó en renunciar durante la pandemia
Aunque la opinión pública lo coloca como uno de los mejores secretarios de Salud en el país, dado su trabajo en Puebla al frente de la pandemia, durante la plática con MULTIMEDIOS José Antonio Martínez se sinceró y reconoció que hubo un momento en que pensó en renunciar como titular de la dependencia, pero el ex gobernador Miguel Barbosa, al que considera su maestro en política, se negó.
Ese momento ocurrió durante el pico de la tercera ola de contagios, cuando Puebla llegó a tener el 91 por ciento de sus mil 680 camas con algún paciente con covid-19.
“No dormíamos, a lo mejor una hora o media hora. Llegué un día y me acuerdo que fue en julio, ya estaba completamente agotado y llegué con Don Miguel y le dije: ‘Gobernador, le quiero decir que ya no aguanto. Búsquese otra persona porque estoy muy desgastado’. Se volteó y me dijo: ‘¿Qué cree? No hay otro igual de tonto que usted, así que va a seguir’, y ahí seguimos”.
Señaló que justo después de su diálogo con Barbosa, los contagios disminuyeron y la entidad pudo librar un escenario que calificó como “apocalíptico”, ya que sería común ver morir a la gente en la calle por tener los hospitales llenos
“Ya teníamos un plan B con el gobernador Barbosa de ampliar la oferta hospitalaria dentro del hospital. Íbamos a ocupar todos los lobbys con camas camillas y de ahí dar el manejo de cada paciente”.
¿Cuál es el futuro del covid-19?
Aunque el inicio fue incierto y el prueba-error era constante, para José Antonio Martínez la llegada de las vacunas contra covid-19 marcó un antes y un después en la pandemia.
Con más de 13 millones de dosis aplicadas a la fecha en Puebla, una cada dos segundos en promedio, el funcionario confió en que el covid-19 se convertirá en una enfermedad estacional con picos elevados de contagio durante el invierno, tal y como sucedió en 2009 con la influenza AH1N1.
“La vacunación crea un efecto que se llama inmunidad en capullo y cuando te da (covid-19) tienes inmunidad adquirida y si a mí no me ha dado eso mismo hace que me envuelva el sistema y ya no me dé. Yo creo que estamos a meses de que la Organización Mundial de la Salud diga que va a ser una enfermedad endémica”.
Pese a ello, llamó a los más de 300 mil poblanos que aún no se han vacunado o tienen dosis pendientes acudir de inmediato por su inoculación, principalmente, si sufren de comorbilidades o pertenecen a un sector vulnerable.
“Hay que seguir todas las medidas, todas las recomendaciones que demos síganlas por favor, ya vimos que salvan vidas. Si no se han vacunado, tenemos vacunas, están los 18 módulos fijos en todo el interior del estado. Cuando empiecen a enfermarse, si tienen algún tipo de comorbilidad o soy mayor de 60 años, vayan con su médico, que les haga la prueba y si salen positivos tenemos paxlovid, se los damos, es gratuito y también salva vidas”.
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