En el año 2022 el municipio de Cuetzalan del Progreso, ubicado en el noreste del estado de Puebla, fue el primer municipio de la entidad en ingresar al programa federal de Pueblos Mágicos con el que se pretendía promover el turismo, por lo que este 11 de marzo cumplió 20 años de contar con esta denominación.
Tal nombramiento benefició su actividad turística incrementando la cifra de visitantes en más de 343 por ciento, al pasar de 41 mil 878 en 2002 a 144 mil 45 en 2019, esto antes del cierre de actividades ocasionado por la pandemia de covid-19, informó la Secretaría de Turismo.
El pueblo mágico de Cuetzalan se caracteriza por su población de origen nahua y totonaco, la conservación de rituales como la Danza de los Quetzales y la Danza de los Voladores que mezclan música, el uso de trajes y penachos multicolores.
El nombre de esta población se traduce como “lugar abundante de quetzales”. Entre sus atractivos cuenta con la Parroquia de San Francisco, la zona arqueológica de Yohualichan, cascadas, cuevas y grutas. Gastronomía tradicional, producción de café, así como festivales que reúnen música y danza de distintos pueblos de la región.
En 2021, este destino presentó una recuperación del 19 por ciento en el número de visitantes al recibir 42 mil 468 turistas en comparación a los 35 mil 685 con los que concluyó en 2020, cuando las actividades turísticas se mantuvieron cerradas.
En este marco, la directora de Pueblos Mágicos de la Secretaría de Turismo, Karla Vázquez Martagón, reconoció a prestadores de servicios turísticos y habitantes de la comunidad por sus esfuerzos para consolidar al destino como uno de los más atractivos a nivel internacional.
Cuetzalan fue nombrado como Mejor Villa turística en el mundo por parte de la Organización Mundial de Turismo el pasado mes de diciembre en Madrid, España.
En 2002, en Cuetzalan operaban 22 hoteles con 340 habitaciones, para el 2022 son 69 los establecimientos que brindan servicio de hospedaje con un total de 774 habitaciones disponibles, lo que representa un crecimiento de 227 por ciento respecto a la infraestructura con que contaba hace dos décadas.
AGA