En nombre de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el rector Enrique Graue Wiechers ofreció una disculpa pública por las omisiones cometidas ante la desaparición de la estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), Mariela Vanessa Díaz Valverde, ocurrida el 27 de abril de 2018 cuando iba desde Iztapalapa rumbo a Ciudad Universitaria.
“Si bien corresponde a las fiscalías de Justicia la investigación de los delitos, me disculpo, en nombre de la Universidad Nacional Autónoma de México, ante ustedes y ante toda la comunidad universitaria, por lo que pudimos hacer y que no hicimos o hicimos insuficientemente”, expresó.
Durante el evento en el cual estuvo presente Gabriela Díaz Valverde, hermana de Mariela, el rector manifestó que este es también un compromiso ético y un acto de solidaridad y respeto hacia la memoria de la madre de la estudiante, Herminia Valverde, y de la familia Díaz Valverde, quienes han hecho una incansable búsqueda ante la dolorosa ausencia de Mariela.
Asimismo reconoció que, en este caso, la falta de entrega oportuna de información a la familia por parte del personal universitario y la exigencia tardía de su búsqueda y localización, contribuyeron a las dificultades que enfrentó la familia ante las instancias responsables de la investigación para su localización.
Por su parte, Gabriela Díaz Valverde comentó que la reparación es quizá una de las tareas más difíciles que pueda proponerse una persona o comunidad, pues implica ejercitar la memoria de quienes intervienen en el proceso, en este caso que no olviden lo que un día se les solicitó para encontrar a su hermana.
“Por lo que un día no fue para Mariela —las condiciones mínimas para su búsqueda urgente— que sí pueda ser para los demás jóvenes de esta comunidad”, apuntó.
Asimismo exigió a las autoridades hacer lo que les corresponde, desde su responsabilidad, pero, sobre todo, desde la humanidad; para que no haya necesidad de exigir justicia, que no se les tenga que demandar empatía y que no se les revictimice en las instituciones.
“Lo mínimo que merecemos las familias y las víctimas es el máximo apoyo, el respaldo de las instituciones, porque así lo establece la ley y esta casa de estudios tiene la facultad de brindar respaldo para protección de su comunidad”, enfatizó.
Samantha Zaragoza Luna, profesora investigadora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, recordó que el país ha rebasado la vergonzosa cifra de 112 mil personas desaparecidas y la universidad no puede ser ajena al análisis complejo de este fenómeno, por lo cual sostuvo que las instituciones de educación superior tienen compromisos éticos, académicos y políticos ante esta problemática.
Durante su intervención, Mary Frances Teresa Rodríguez Van Gort, directora de la Facultad de Filosofía y Letras explicó que el caso de la estudiante de Letras Hispánicas puso de manifiesto la importancia de contar con rutas de atención y acompañamiento en caso de desaparición de una persona de la comunidad universitaria.
Por lo cual remarcó que ya hay un protocolo con directrices, responsabilidades y acciones que buscan evitar que se repitan los equívocos y omisiones, que las instancias universitarias colaboren coordinadamente con las de procuración de justicia para fortalecer los procesos de búsqueda e investigación, a fin de hacer valer el derecho de las personas a ser buscadas de manera inmediata, y que en el caso de las mujeres se realicen con perspectiva de género.
CMOG