El Karate es el arte marcial por antonomasia, pues tanto su filosofía como sus técnicas se han arraigado ya en el estilo de vida de más 50 millones de practicantes, quienes han podido dar fe de los beneficios que trae consigo el dedicarse de lleno a este arte, que van desde lo físico hasta lo espiritual.
Siendo el 25 de octubre el Día Mundial de Karate, podremos conocer parte de su historia, así como sus fundamos y beneficios.
Historia del Karate
La historia del Karate empieza en Okinawa, Japón, con la llegada de inmigrantes chinos durante el siglo XIV. Estos introdujeron parte de su cultura, costumbres y, por supuesto, sus artes marciales.
Dentro de la isla, existía la prohibición de utilizar armas, por lo que las artes marciales chinas comenzaron a tomar fuerza como parte de un mecanismo de defensa. Se desarrollaron con un estilo particular basado en la lucha a mano vacía y con elementos cotidianos tales como tridentes, bridas de caballo y similares.
A principios del siglo XIX, Kanga Sakugawa, uno de los mayores contribuyentes de este arte marcial, empezó a enseñar un estilo de lucha que había estudiado en China. Este se conoció como «Tōde Sakugawa», traducido como «Sakugawa de la mano de China».
A partir de su legado, se generaron los que serían los estilos más conocidos como el Shuri-te, Naha-te y Tomari-te, cada uno de ellos con sus propios maestros, katas (formas), técnicas y principios específicos que los diferenciaban uno del otro.
¿En qué cosiste el Karate?
Lo que diferencia al Karate del resto de las otras artes marciales, es que, en la mayoría de ellas, se pretende es derrotar al mayor número de enemigos posibles, mientras que la práctica del Karate busca ante todo el dominio de las técnicas de autodefensa.
¿Quienes practican el Karate?
Karateca, por su traducción literal del japones, «persona de mano vacía» o karateka, es la palabra que define al practicante del karate.
El uniforme de práctica (gi) empleado es el karategi, (gi = traje) compuesto por una chaqueta, pantalones y un cinturón. Actualmente existen dos tipos de karate-gi para competición: el de kumite o combate, que es más ligero, y el de katas o formas, que es más grueso y pesado.
La existencia de cinturones varía de unos estilos a otros, pero por lo general suelen ser reconocidos: los llamados grados Kyu o cinturones de nivel inferior, e intermedio y los Dan o cinturones negros superiores.
Beneficios del Karate
Ganar Flexibilidad: El Karate ayuda a todos sus practicantes a ganar flexibilidad, no importa si son niños, jóvenes, adultos o adultos de la tercera edad.
Practica el equilibrio: Las posturas de Karate ayudan a los karatecas a practicar su equilibrio, una condición que conseguirán dominando su cuerpo y mente.
Ejercicio de la memoria: Las katas de Karate favorecen la ejercitación de la memoria, ya que exige de los estudiantes la práctica constante de una serie de movimientos que conforman a las katas.
Aumento de autoestima: El enfrentarse a diferentes retos y superarlos hará que se gane confianza en uno misma, elevando así el autoestima.
Circulación en sangre: Esta disciplina ayuda a retardar el decrecimiento de los vasos sanguíneos, fortaleciendo el corazón para que bombee más sangre.
Modera tus ánimos: El trabajo diario en combate en Kihon y en Kata termina por pulir el carácter del Karateka. Este perfeccionamiento del carácter hace que la persona esté en un mejor equilibrio psicológico, sea capaz de mantenerse firme ante los envites de la vida.
En el caso de los niños, el kárate es eficaz para ayudar a superar problemas de ansiedad, mismos que en ocasiones son generados por el acoso escolar.
PCQG