Dislexia: qué es, síntomas y tratamiento

La dislexia no tiene cura, pero un diagnóstico temprano mejora la calidad de vida de quien la padece.

Día Internacional de la Dislexia / Especial
Ciudad de México /

En la mayoría de los casos, antes de un diagnóstico, las personas con dislexia son catalogadas como “poco inteligentes” situación que no tiene nada qué ver, pues tienen una inteligencia normal, o incluso mayor a la del promedio.

Aunque la dislexia no tiene cura, la evaluación e intervención temprana llevan a mejores resultados, contrarrestando el padecimiento. Sin embargo, aunque también se identifique en la adultez, puede tener tratamientos exitosos.


¿Qué es la dislexia?

Este padecimiento se encuentra entre las Dificultades Específicas de Aprendizaje (DEA), de acuerdo a la Real Academia Española (RAE) es una “dificultad en el aprendizaje de la lectura o la escritura, frecuentemente asociada con trastornos de la coordinación motora” o “incapacidad parcial o total para comprender lo que se lee causada por una lesión cerebral”.

En el ámbito escolar, la dislexia se percibe en diferentes áreas: pensamiento, habla, lectura, escritura, deletreo o dificultad para manejar signos matemáticos; además es una causa de abandono de la escuela más frecuente de las dificultades en la lectura y aprendizaje, ya que se manifiesta principalmente en la lectura y escritura.

Sin embargo, la dislexia no se presenta sólo en el ámbito escolar, sino que en su vida diaria, en su forma de ser. El error más común con una persona que es diagnosticada con DEA, suelen ser denominados como alguien poco inteligente, sin embargo, se ha comprobado que sus capacidades son iguales o incluso mayores que las del promedio.


Síntomas de la dislexia

Este padecimiento se puede detectar desde edades muy tempranas. Entre los seis y 11 años los síntomas son más evidentes o, al menos, más conocidos. A partir de los 12 años se hacen muy claras las alteraciones de aprendizaje.

De acuerdo con el portal Mayo Clinic, los síntomas que pueden aparecer en diferentes etapas son los siguientes:

Antes de la escuela

  • Tardar en comenzar a hablar.
  • Aprender a un ritmo lento nuevas palabras.
  • Dificultad para formar palabras adecuadamente, como invertir los sonidos de las palabras o confundir las palabras que suenan de forma parecida.
  • Problemas para memorizar o decir el nombre de las letras, los números y los colores.
  • Dificultad para aprender canciones infantiles o jugar juegos de mesa.

Etapa escolar

  • Nivel de lectura por debajo del que se espera para la edad.
  • Problemas para procesar y comprender lo que escucha.
  • Dificultad para encontrar la palabra correcta o formular respuestas a preguntas.
  • Dificultad para ver (y ocasionalmente escuchar) similitudes y diferencias entre letras y palabras.
  • Incapacidad para pronunciar una palabra desconocida.
  • Dificultad para deletrear.
  • Tardar más tiempo del habitual en completar tareas que conllevan leer o escribir.
  • Evitar actividades que conllevan leer.


Etapa de adolescencia y adultez

  • Dificultad para leer, incluso para leer en voz alta.
  • Lectura y escritura lentas y dificultosas.
  • Problemas para deletrear.
  • Evitar actividades que conllevan leer.
  • Mala pronunciación de nombres o palabras, o problemas para recordar palabras.
  • Problemas para comprender bromas o expresiones que pueden no ser fáciles de entender a partir de palabras específicas (modismos), como «pan comido», que significa «fácil».
  • Tardar más tiempo del habitual en completar tareas que conllevan leer o escribir.
  • Dificultad para resumir una historia.
  • Problemas para aprender un idioma extranjero.
  • Dificultad para memorizar.
  • Dificultad para resolver problemas matemáticos.

Tipos de dislexia

Según la Asociación Disfam (Dislexia y Familia en México), la dislexia tiene dos formas de expresión:

Disgrafía: Es una dificultad específica para aprender a escribir correctamente. Puede ir desde no recordar cómo se escribe una palabra o dificultades para escribir de forma legible; el primero es una digrafía disléxica, y el segundo, una disgrafía caligráfica. Otro tipo es dificultad para redactar correctamente.

Discalculia: alteración de la capacidad para el cálculo y, en sentido más amplio, se usa para referirse a cualquier alteración en el manejo de los números.

Y se puede manifestar en las siguientes actividades:

En la lectura: confunden letras, cambian sílabas, repiten, suprimen o añaden letras o palabras, inventan al leer, comprenden mal lo que leen, se saltan renglones, carecen de entonación y ritmo, se marean o perciben movimientos en las palabras o en los renglones.

En la visión: Falta percepción profunda y visión periférica, no suelen ser detectados con exámenes médicos.

En la escritura y ortografía: en las copias o dictados realizan inversiones, omisiones, sustituciones o adiciones en letras o palabras.


Coordinación motora: Tienen grandes dificultades con la coordinación fina y gruesa (atarse los cordones, ir en bicicleta, coordinar distintos movimientos, chutar o botar una pelota, etc.). Su equilibrio también se ve a menudo afectado seriamente, confunden izquierda y derecha, arriba y abajo, delante y detrás; les cuesta mucho representar la figura humana en el momento habitual.

Matemáticas y comprensión del tiempo: Tienen dificultades con las operaciones aritméticas, o las colocan mal sobre el papel, les cuesta el entendimiento de los problemas; les cuesta controlar el tiempo y saber el momento del día en el que están, los meses o los años.

Situación en el espacio: Se pierden con mucha frecuencia.

Limitación de la capacidad para integrar información que entienden por separado, ejercitando una operación mental pero sin globalizar o pasar de una operación cognitiva a otra. Al tratar de pasar de una operación a otra se produce una falta de atención que hace que se produzca un bloqueo en el curso del procesamiento de la información que ya había.

Tratamiento para la dislexia

Según el portal Psicología y Mente, tras el diagnóstico, que se realiza mediante procedimientos y baterías de evaluación estandarizadas y populares como el TALE o el PROLEC en escuelas y equipos de asesoramiento y atención psicopedagógica, el inicio del tratamiento debe iniciarse con la mayor celeridad posible de cara a evitar complicaciones y facilitar el desarrollo.

El tratamiento a llevar a cabo dependerá de las habilidades del paciente, habiendo de adecuar la estrategia a aplicar según las posibilidades de cada caso. En un primer momento habrá que identificar las áreas más problemáticas, con el fin de ir trabajandolas poco a poco y según se vaya mejorando introducir elementos más complicados.


LARR

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