Más de un centenar de sacerdotes, seminaristas y trabajadores de la Diócesis de Torreón peregrinaron por la avenida Juárez hasta la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe como parte de las fiestas a la virgen del Tepeyac. “Corresponde ahora al presbiterio hacer este homenaje para estar en comunión con la fe de nuestro pueblo que inició las peregrinaciones en noviembre”, apuntó.
El contingente encabezado por el Obispo Luis Martín Barraza, dedicó las oraciones y ofrendas por las víctimas de la pandemia y agradecimiento que a pesar de los estragos la iglesia se mantiene en pie, “En la cuestión económica tenemos que agradecerle a Dios y a nuestra gente que hemos sentido la providencia de Dios y la solidaridad que no hemo tenido que pasar grandes necesidades, para el 2022 hay que ir por el sueño fraterno y misionero, la fe solidaria con nuestros enfermos y más necesitados y el cuidado de la casa común como parte de los planes”, apuntó.
Monseñor Barraza Beltrán detalló que aunque ha ordenado una decena de nuevos sacerdotes, las muertes y enfermedades en que han caído algunos los mantiene en la cifra de cien párrocos al frente de las Iglesias de la Diócesis, además de las religiosas.
Reconoció que a más de un año de la pandemia prevalece contraída la pastoral y la catequesis en las aulas
Reconoció que a más de un año de la pandemia prevalece contraída la pastoral y la catequesis en las aulas, aunque en la liturgia hay avances con un 70 por ciento de asistentes a misa en las diferentes parroquias, mientras que en lo económico no han pasado grandes necesidades gracias a la solidaridad de los laguneros.
El líder de la grey católica señaló que el reto para el 2022 es echar a andar el llamado misionero del Papa Francisco de salir con las fuerzas vivas apostólicas en salir al encuentro de los alejados en las comunidades parroquiales llevando la fe a las calles como ya ocurre en algunas Iglesias de la diócesis.
JECR