Desde hace mucho tiempo la cajeta y el dulce de leche han sido punto de discusión entre muchos, pues son muy similares en su consistencia y textura, por lo que llegan a confundirse, pero no son lo mismo aunque parezca.
Tal vez los has llegado a probar y te has dado cuenta de que hay una diferencia, aunque ambos están hechos a base de leche, se elaboran en procesos completamente diferentes y por eso, aquí te decimos qué es lo que los hace tan distintos.
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Diferencia entre cajeta y dulce de leche
La cajeta es originalmente un dulce 100 por ciento mexicano cuyos principales distribuidores son los estados de Aguascalientes, Querétaro y Guanajuato, siendo en este último la ciudad de Celaya con mayor producción. Por otro lado, muchos piensan que el dulce de leche se originó en Chile antes de pasar a Argentina, donde ahora es más conocido.
- Diferencias en aspecto: La cajeta resulta ser un dulce de color marrón con una consistencia espesa y pegajosa, mientras que el dulce de leche es de un marrón mucho más claro, es decir, tonalidad caramelo.
- Diferencia en la leche: Si bien ambos están elaborados con leche, pero el tipo de leche utilizada es diferente. La leche de cabra se usa para la cajeta, mientras que el dulce de leche se hace con leche de vaca.
- Ingredientes: La composición también varía mucho entre los dos. La cajeta se hace con leche de cabra, azúcar morena y canela, mientras que el dulce de leche se hace con leche de vaca, azúcar, esencia de vainilla, bicarbonato de sodio y más.
Origen de la cajeta
Se dice que la cajeta fue creada en Celaya, Guanajuato en la época de la Nueva España. Originalmente se le conocía como “dulce de cajeta de Tejamanil” debido a que se vendía en cilindros hechos de madera llamados “cajetes”, de ahí deriva su nombre.
Históricamente tiene una importancia grande en México. Gracias a su larga duración y alto contenido calórico fue utilizada por el ejército durante la revolución y los ayudó a sobrevivir el tiempo suficiente para lograr su victoria. Es por esto que en el 2010 fue nombrada “El postre del Bicentenario Mexicano”.
Origen del dulce de leche
Existen muchas historias que giran en torno a este dulce, pues la mayoría de los países latinoamericanos se atribuyen la invención del dulce de leche, sin embargo, ninguno tiene la denominación de origen.
Entre las muchas leyendas o historias que se han convertido en parte de la cultura culinaria de cada país. En Argentina se cree que fue en 1829, durante la firma del Pacto de Cañuelas, el cual ponía fin a la guerra civil librada en Buenos Aires, cuando la cocinera del político Juan Manuel de Rosas, se dejó durante demasiado tiempo al fuego una cazuela con leche y azúcar, creándose la mágica pasta marrón conocida actualmente. Sin embargo, esta historia se queda en eso, una anécdota.
En Brasil, se han encontrado escritos de 1773 en los que se habla de la elaboración de una pasta a partir de leche y azúcar. E incluso en Paraguay o India se conocen postres elaborados con estos dos ingredientes.
Pero la última de las investigaciones acerca del dulce de leche lo remontan bastantes años atrás, nada más y nada menos que hasta el siglo VI. Se plantea que el dulce de leche ya formaba parte de la cocina indonesia, y fue expandiéndose a lo largo del resto de islas más cercanas, como Filipinas. Años más tarde, cuando la corona española se hizo con los territorios filipinos, conocieron el dulce de leche, que pronto expandieron por el resto de colonias, como la ya conocida América.
Orígenes indios, indonesios, argentinos o brasileños, el dulce de leche no sólo ha acabado formando parte de la cultura de Argentina, sino también de otros países, que han sabido confeccionar el dulce de leche de forma única. México está entre esos países, al igual que Colombia o Perú.