Victoria Mora es una persona de la tercera edad, la cual ha tenido que afrontar graves problemas financieros debido a que la pensión de su esposo no es suficiente para saldar recibos como el de luz y agua potable y a su vez comprar el medicamento que controle el párkinson de su marido.
Si bien, el tratamiento de su pareja, ha sido controlado y parcialmente facilitado por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del estado (ISSSTE), aún existen pastillas que la instancia no ha podido otorgarles y que tienen que ser conseguidas para evitar que sus movimientos involuntarios no incrementen su frecuencia.
Siendo una pareja que depende económicamente de un solo ingreso mensual, (la pensión de don José), estos, han tenido que recurrir a la ayuda de su único hijo, el cual, se encuentra laborando en la ciudad de Chicago, Illinois, en Estados Unidos; el cual, cuando sus padres le indican o considera que es necesario, aporta sus mesadas o bien, envía el medicamento para que su papá pueda reducir sus complicaciones de salud.
Agobiada por las deudas, doña Victoria, no ha podido saldar el recibo de agua potable, ya que, desde hace aproximadamente cinco meses, los costos de cobro han rebasado ya los 800 pesos, cifra que, lamentablemente, ha significado una preocupación constante en su hogar, ya que dicho servicio, es uno de los más utilizados por la familia Magallanes Mora.
Apelando a las buenas intenciones de las autoridades capitalinas, doña Vicky, como sus vecinas la llaman, espera que su situación pueda ser valorada para que el servicio de agua potable no le sea cortado de manera tajante, y que la instancia en turno, le pueda conceder una prórroga de pago, ya que la misma, menciona que está dispuesta a saldar hasta el último peso, a partir de que su situación económica mejore.