Un joven de 21 años de edad, continúa con la lucha para adquirir y lograr caminar con una prótesis, principal objetivo hoy en su nueva vida, después de sufrir un accidente cuando se desplazaba a bordo de su bicicleta. Si deseas ayudarlo pueden hacer su donativo a la cuenta BANCOPPEL 4169 1608 5322 8402.
La caída le provocó grave lesión en región abdominal, lo que complicó la circulación sanguínea que dio lugar a la amputación de su extremidad inferior derecha. Hecho que no le impide la manera de seguir con su vida y en espera de contar con la prótesis adecuada que tiene un valor aproximado de 130 mil pesos.
Jesús Osvaldo Castañeda Navarro, de 21 años de edad, hijo de Hugo Castañeda Rivera de 40 y Yesica Elizabeth Navarro Rodríguez de 38, sus hermanos Yareli, Fernanda, Abril Romina y Renata, conforman una bonita familia que se destacó siempre por la unión y amor entre cada uno de ellos, domiciliados en la colonia Margaritas de Lerdo, Durango.
Aunado a esa alegría se unió su esposa que a punto está de dar a luz a su hija, por lo que todo transcurría de manera normal y con grandes sueños para seguir adelante en buscar el porvenir y superación personal, ya que todo lo hacía de manera independiente.
Pero todo vendría a cambiar a principios del mes de junio del año en curso cuando al salir de su trabajo y con dirección a su domicilio sufrió el accidente que le hizo perder el equilibrio al pasar por una piedra, cayendo de manera aparatosa y con ello enterrarse el manubrio metálico en su abdomen.
El joven al verse en tal situación lo primero que hizo fue sacar el objeto, al tiempo que algunas personas se acercaron y de inmediato lo trasladaron a la clínica 46 del Instituto Mexicano del Seguro Social para su atención.
"Ya en el lugar solo me colocaron algunas gasas y la espera para la intervención quirúrgica se prolongó durante cinco horas para lo cual parte de mis intestinos los traía ya de fuera y con fuerte dolor".
Siguiendo con su relato dijo que al despertar ya se encontraba en piso y solo, ya que nadie avisó de ello a familiares, por lo que pidió un teléfono celular para llamar a sus padres y darles a conocer donde se encontraba y que le aquejaba fuerte dolor en la pierna, sin que las doctoras en turno le hicieran caso pese a insistirles en reiteradas ocasiones, argumentando ellas que nada podían hacer hasta que el cirujano ordenará.
"Transcurrió el día sin que me tomaran en cuenta por lo que mis padres decidieron sacarme de la institución médica ya que les dijeron que los doctores no trabajaban durante el fin de semana".
Agregó que el dolor en abdomen y pierna se incrementó conforme pasaba el tiempo así como la sentía fría, por lo que le trasladaron a la clínica San José donde fue intervenido quirúrgicamente por daño en las arterias y sufrió la amputación de su extremidad, estando internado un mes.
Consideró que hubo negligencia por personal del Seguro Social ya que piensa que si lo hubieran atendido en su momento y algo hubieran hecho por el dolor de su pierna, no la habrían amputado.
Mencionó que al verse en tan lamentable situación por la perdida de su pierna, la tristeza lo invadió y su primer pensamiento fue que ya no podría caminar ni trabajar, sintiendo que es lo peor que le puede pasar a una persona.
Su recuperación psicológica y física no fue fácil pero la superó poco a poco, argumentando que nada es imposible con fuerza y voluntad.
Todo parecía difícil por los gastos que fueron por el orden de 300 mil pesos, o un poco más, por lo que familiares, amigos y a través de la donación a una cuenta bancaria lograron solventar el pago que para ellos fue.