El sahumerio es uno de los objetos que no pueden faltar en las ofrendas de Día de Muertos, con él se quema el copal o incienso para limpiar al lugar de los malos espíritus y así el alma pueda entrar a su casa sin ningún peligro.
En la ciudad de Puebla, artesanos del barrio de La Luz mantienen la elaboración de sahumerios de barro desde hace varias generaciones.
A unos días de la celebración, el Centro Alfarero del Barrio de la Luz, ubicado en la Avenida Don Juan de Palafox y Mendoza 1403 en la ciudad de Puebla, trabaja a marchas forzadas para dar las últimas horneadas.
Un horno a temperatura de 700 grados centígrados y barro es lo que necesitan artesanos para realizar las piezas de sahumerios e incensarios de barro, elementos preponderantes en temporada de Día de Muertos.
En entrevista para TELEDIARIO, Genaro López expuso que este año sacaron una producción de 20 mil piezas en tan sólo mes y medio. Abundó que con estos sahumerios se van a municipios del interior de la capital, así como a los estados de Tlaxcala, Veracruz, Oaxaca, Hidalgo, sólo por mencionar algunos.
“La temporada inicia en los primeros días de septiembre y estamos terminando el 22 de octubre, pero como hubo escasez de barro hasta estos días estamos trabajando. La pieza la llamamos sahumador y es donde se coloca el incienso que es el aroma que atrae a las ánimas y es una pieza muy característica para las ofrendas”.
¿Cómo se hacen los sahumerios artesanales en Puebla?
Genaro explicó que los sahumerios son elaborados con barro seco; el primer paso es partirlo y extenderlo sobre el piso, agregarle agua y dejarlo reposar un día, posteriormente se amasa con los pies y las manos y se almacena un día más.
Comentó que después de mantenerlo en reposo ya puede ser ocupada por los alfareros, quienes se encargan de darle tamaño y forma.
Tras dejar secar las piezas, se procede al primer cocimiento a través de un horno grande de gas; deben permanecer seis horas para que agarre un color naranja.
Posteriormente, se someten al esmaltado y a una pintura especial y se vuelven a meter las piezas al horno para que tengan su color negro y brillante.
AGA