En el Día de la Prevención del Suicidio, que se celebra el 10 de septiembre, la autora del libro 'El Silencio del Dolor' compartió recomendaciones desde su experiencia con el padecimiento de la ansiedad, al tiempo que recomendó a las personas a ser acompañantes de quienes se enfrentan complicaciones de salud mental, pues la comprensión es el primer paso para sanarlo.
La ansiedad y los pensamientos suicidas comparten una raíz común: El miedo y la incapacidad para enfrentar situaciones difíciles, mientras que la ansiedad puede generar pensamientos intrusivos de autolesión, estos suelen bloquearse por el propio miedo. En contraste, las personas con tendencias suicidas desarrollan planes concretos para quitarse la vida.
Dayana Hadid, autora de 'El Silencio del Dolor', habla en su libro acerca de perder el miedo a los sentimientos negativos y permitir que transiten, teniendo el control sobre ellos.
El texto es una experiencia personal en la que describe cómo sufrió ansiedad desde pequeña y como parte de su terapia escribió este libro que pudiera ser de ayuda para alguien que esté pasando por lo mismo.
"Y también hay enfermedades internas que ahora en alguna literatura dicen que las enfermedades internas son las emocionales y lo tratan como una enfermedad, pero es mucho más difícil que tú aceptes tu situación si lo padeces como una enfermedad. Entonces, si tú nada más dices, es una emoción, o sea, es una emoción desequilibrada, es un miedo profundo, es un pánico, dices, es una emoción negativa. Parte de mis emociones".
La autora del libro explicó que una persona puedo sentirse muy feliz y ponerse eufórico, que también está desequilibrado o puede estar muy enojada y desencadenar un ataque de ira, que también está desequilibrado, y así pasa con la ansiedad.
En su experiencia, Dayan Hadid dijo que los terapeutas le ayudaron a entender que perder el control de sus emociones, es un síntoma de la ansiedad que pasará con el manejo adecuado.
Emociones desequilibradas pueden causar pánico, describe la autora Dayana Hadid
Las emociones desequilibradas pueden generar pánico, pero a diferencia de una persona con pensamientos suicidas, no llegan al punto de pensar en hacerse daño.
"Aquí la diferencia es que en un trastorno de ansiedad sí podemos llegar a tener pensamientos intrusivos de hacernos daño. La diferencia es que nosotros no tenemos un plan de acción. Nosotros ese pensamiento de poder llegar a dañarnos o a alguien, lo bloqueamos por el miedo del pensamiento. Porque es muy impactante de repente pensarlo y ahí para. O sea, ese pensamiento se vuelve obsesivo.
Por ejemplo, en mi caso me pasaba mucho. Yo venía en el tráfico y yo tenía pensamientos recurrentes de qué pasa si acelero durísimo y me estrello. O si estaba en un crucero decía qué pasa si me aviento al mar. Y entonces eso empieza a generar un torbellino de angustia que tú sabes que no lo vas a hacer porque razonas".
En este día de la prevención del suicidio, las personas que han padecido algún trastorno recomendó a familiares, amigos, parejas a acompañar a los pacientes a transitar esta situación pues la comprensión es el primer paso para sanarlo.