El 3 de mayo se festeja el Día de la Santa Cruz, una tradición adoptada por los trabajadores de construcción y albañilería, quienes colocan flores y cruces coloridas en las construcciones donde laboran para pedir protección durante su jornada laboral.
De acuerdo con Samuel Gómez Luna Cortés, cronista de Guadalajara, la tradición se remonta desde Constantino y su madre Santa Elena, quien tuvo la visión de una cruz con la leyenda in hoc signo vinces (Por este signo vencerás), la cual Constantino llevó en una batalla donde salió vencedor y que marcó al Imperio Romano para que practicara el cristianismo.
Además según la leyenda, hay tres cruces, una pertenece a Cristo y las otras dos representan a los menores con los que fue crucificado. Sin embargo, esta narrativa es diferente a la comentada por Guillermo Ricardo Chávez, párroco de la Iglesia San Pío.
La historia, según la iglesia católica, narra que cuando la evangelización llegó a México los agricultores pedían a Dios a través de cruces de paja y flores la buena cosecha, hasta que los trabajadores migraron a la ciudad y muchos de ellos se convirtieron en albañiles que continuaron con la tradición.
Ya que empezaron a construir y edificar casas con una cruz en lo alto para que los cuidara, sobre todo, para evitar que tuvieran accidentes durante las jornadas laborales.
Es por eso que el 3 de mayo es un día festivo para los trabajadores de la construcción, el cual va acompañado de alguna misa y un convivio para refrendar el compromiso con las constructoras y la adoración de la Santa Cruz.
“Pues en el trabajo que nos vaya bien y que tengamos chamba siempre trabajo, eso significa para mí la cruz, protección ya que es riesgoso, sí pues tiene mucho que ver la cruz, la he puesto en todas las construcciones” mencionó al respecto Valentín Ramírez, constructor desde hace 40 años.
Cabe mencionar que esta tradición no sólo es parte de los albañiles, ya que alimentan al folklor de las ciudades, debido a que es usual ver en cualquier construcción una colorida cruz que alienta a los habitantes y sobre todo a los constructores, como un símbolo de esperanza y protección en su oficio.
MRG