Juan Carlos Becerra, miembro de la Unión Diversa de Jalisco A.C., busca que la iniciativa para sancionar a las personas que practiquen las terapias de conversión, la cual consiste en cambiar la orientación sexual o identidad de género de una persona, sea aprobada.
Los cambios en la legislación implican una multa y de dos a seis años de cárcel a quien realice, imparta, aplique, obligue o financie cualquier tratamiento, terapia, servicio o práctica que impida la orientación sexual, identidad o expresión de género en una persona.
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“Las terapias de conversión o mentadas Ecosig, se dan para corregir la orientación sexual o la identidad de género, es decir, son las que pretenden cambiar o modificar la sexualidad de la diversidad sexual o la identidad de género”, manifestó Becerra.
A pesar de que la iniciativa fue aprobada por la Cámara de Diputados, tendrá que regresar al Senado debido a que se le hicieron algunas modificaciones.
“Nosotros esperamos que sí lo aprueben porque la iniciativa ya se aprobó por la cámara baja, pasa a la cámara alta, pero me parece que sí tenemos posibilidad que pase y una vez con ellos que se publique y una vez, Jalisco deberá hacer lo necesario para homologar y que no sólo se quede en una multa”, explicó.
En Jalisco, el Congreso del Estado aprobó en 2022 la prohibición de los esfuerzos para corregir la orientación sexual y la identidad de género, la cual contempla únicamente sanciones económicas de los cuatro mil 800 a los 26 mil 600 pesos a quien incurra en esa práctica, por ello, de aprobarse el dictamen, también deberán penalizarse las Escuelas Nacionales de Trabajo Social (Ecosig) en la entidad.
“También es necesario que en el código penal de Jalisco se tipifiquen como delito este tipo de esfuerzos por corregir porque no hay nada que curar, no es una enfermedad (…) Hay que recordar que en Jalisco cuando estuvo la administración de Emilio González, financiaron este tipo de proyectos a través de terapias de conversión, desde el estado comenzaron a financiar estas Ecosig, una estado panista muy conservador”, dijo Becerra.
Pese a esta prohibición, Becerra indicó que persisten las terapias de conversión disfrazadas de centros de rehabilitación para adicciones.
“En Jalisco hay centros de rehabilitación muy clandestinamente y esto es lamentable porque deberían tener estos tres permiso, uno de centro de rehabilitación, un permiso para contar con un médico de cabecera y un psicólogo, y lamentablemente no cumplen con estos criterios y en la parte operativa estas llamadas Ecosig violentan los derechos humanos”, señaló.
Desde 2020 a la fecha, la agrupación Unión Diversa tiene el registro de tres personas víctimas de violación correctiva en estos centros que prometen curar la homosexualidad y 25 personas a las que han intentado llevar en contra de su voluntad a terapias de conversión.
AA