Una joven de 19 años que desapareció en marzo de 2020 en el municipio de El Salto, Jalisco, fue localizada en un una fosa clandestina junto a más restos humanos un mes después, sin embargo, su cuerpo, que permaneció en las instalaciones del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, no había sido identificado hasta casi después de un año de su desaparición.
Se trata de Karey Lucrecia Franco Gutiérrez, quien desde el 20 de junio de 2022 ha estado en las instalaciones del Semefo, y gracias a su madre, Blanca Gutiérrez, fue identificada el 15 de julio del presente año.
El 24 de marzo, Blanca identificó los restos de dos personas que fueron secuestradas junto a su hija en el fraccionamiento Albereda, de El Salto, y que fueron exhumadas de la misma fosa donde localizaron a Karey, en Santa Cruz del Valle.
“Nunca investigaron, nunca le dieron seguimiento a la carpeta de investigación, tampoco estuvieron pues al pendientes, tener el compromiso de estar pidiendo las confrontas con los cuerpos del instituto, que si no fuera porque yo identifiqué primero a las dos personas que fueron privadas con mi hija, ahí seguiría en el instituto y fuera hora que nadie me hubiera notificado nada”, explicó Blanca.
El hallazgo de la fosa se realizó en abril de 2020, pero debido a la pandemia, los trabajos de exhumación frenaron y fue hasta junio de 2022, que los cuerpos fueron llevados al Semefo.
“Como fue lo de la pandemia, abrieron y se dieron cuenta que sí, que efectivamente sí estaban los cuerpos sepultados clandestinamente en ese lugar, tapan la fosa y se esperan a que pase lo de la pandemia, vuelven a retomar los trabajos de búsqueda hasta en junio de 2022 que se extraen los cuerpos de la fosa”, detalló la madre de Karey.
Para Blanda es inadmisible que si el Semefo tenía su información genética desde 2020, hayan tardado un año y 25 días en emitir el dictamen de la confronta genética entre madre e hija para confirmar la identidad de Kareu.
Blanca pide la contratación de más persona en el Semefo para agilizar las confrontas genéticas y con esto evitar esperas tan largas a los familiares de personas desaparecidas.
“Uno como familia agoniza, el salir a buscar al campo, después en ciencias forenses lo localizas y sigues en espera de cuándo te lo van a entregar y vamos y que no, que todavía no está el dictamen, que esperemos una semana, entonces no se me hace justo, hay muchas familias que están en espera”, dijo Blanca.
Luego de tres años y cuatro meses, el cuerpo de Karey será entregado el 21 de julio, la búsqueda de Blanca terminará, y la joven de 19 años volverá a casa, aunque no de la forma en que su madre habría deseado.
AA