Cinco menores de edad se intoxicaron el 3 de marzo en la Secundaria Técnica Número 160, en Zapopan, con clonazepam, un medicamento que el doctor Sergio Sánchez Enríquez, director de la división de ciencias biomédicas de la Universidad de Guadalajara (UDG), explicó que pertenece a la familia de las benzodiacepinas y que se usa especialmente de forma terapéutica.
El doctor Sánchez confirmó que este medicamento es usado como hipnótico sedante, con la finalidad de inducir el sueño para la gente que sufre de insomnio, sin embargo, detalló que también es para crisis convulsivas, para calmar un poco la actividad cerebral, en ataques de pánico.
De acuerdo al doctor, el uso de clonazepam es adecuado cuando es recomendado por médicos, cuyas recetas indicadas son bajo ciertas circunstancias, y desde luego, normalmente es utilizado como ansiolítico tranquilizante.
El doctor agregó que este medicamento genera tolerancia farmacológica, lo que quiere decir que la persona que lo ingiere, requiere cada vez más medicamente para sentir sus funciones, en algunos casos hasta crea adicción, por lo que sólo se vende bajo preinscripción médica y debe ser recetado por psiquiatras o neurólogos, ya que su aplicación incorrecta puede tener graves consecuencias.
“Lo más frecuente es que tengan somnolencia importante que puede llegar hasta la depresión respiratoria, es decir, que pueden caer en un paro respiratorio, que puede llevar al coma. Una coma puede ser transitoria o más persistente dependiendo de la dosis que se usa. Y aunque estos medicamentos se usan para la ansiedad, y para estar tranquila la persona, pero cuando se usan de manera incorrecta pueden generar al contrario efectos, incluso como conductas suicidas en los pacientes”, explicó el doctor.
El especialista de la UDG realizó un llamado a los tutores o padres de familia con la finalidad de que presten atención acerca de los medicamentos que tienen en casa, y no dejar que los menores de edad se hagan cargo de sus dosis medicinales, ya que puede ser peligrosos para la vida de los niños, como en el caso de los cinco jóvenes en Zapopan.
AA