Ante la actual situación sobre escasez de agua en el Valle de México, se han investigado las posibilidades que un nuevo acuífero ubicado en la Ciudad de México (CdMx) sea la alternativa, pues contiene reservas de agua de hasta 15 mil años de antigüedad.
Lo anterior, debido a que de acuerdo con estimaciones del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OCAVM), el próximo 26 de junio, las presas del Sistema Cutzamala tocarán su nivel más bajo.
Siendo que está próximo a llegar el “Día cero”, mismo que pondrá en disponibilidad crítica el agua para Ciudad de México y el Estado de México, ya que la escasez de lluvias y la intensa sequía que azota a la región de la cuenca del Río Cutzamala desde hace tres años.
De este modo, el acuífero investigado que podría ser una alternativa a la situación, se encuentra a 2 mil metros de profundidad con agua almacenada de la última glaciación.
No obstante, a 10 años de su exploración sólo permite la producción de 140 litros de agua por segundo, por medio de dos pozos profundos ubicados en Iztapalapa, por lo que se pronostica que no es la salida a la crisis por la sequía en el Sistema Cutzamala.
Por ello, Eric Morales, investigador del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien participó en la exploración del pozo y estudio del acuífero profundo en 2011, aseveró que esta reserva forma parte de los pozos San Lorenzo Tezonco y Santa Catarina tres.
Además, dijo que el agua se extrae a 48 grados de temperatura, incluyendo que su calidad es casi potable, lo que significa que necesita tratamiento adicional, siendo que por su antigüedad el agua podría llegar a estar contaminada con arsénico y flúor.
Por otro lado, señaló que no descarta que la explotación del acuífero profundo pueda provocar hundimientos con el tiempo.
"El hecho de que esté a gran profundidad significa que es agua muy vieja, que no es agua que se renueva cada año. No es agua que podamos tan fácilmente usar, es decir, habría una responsabilidad a futuro, con generaciones futuras el extraer esa agua”, dijo Eric Morales.
¿Cómo descubrieron los pozos San Lorenzo Tezonco y Santa Catarina tres?
El descubrimiento ocurrió por exploraciones que se realizaron tras el terremoto de 1985, ello para conocer la respuesta sísmica del subsuelo de la capital del país, lo que ayudo a abrir las posibilidades sobre otras fuentes de agua para la ciudad.
Posteriormente en 2012, durante la jefatura de gobierno de Miguel Mancera en la CdMx, el Sistema de Aguas de la urbe, emprendió un programa de exploración del acuífero profundo, en el que participaron investigadores de la UNAM.
Con equipo semipetrolero de Pemex se perforaron 5 pozos en Iztapalapa, sin embargo sólo se determinó la viabilidad de dos pozos, el de San Lorenzo Tezonco, primero en abrirse, y que se ubica a un costado de la Central de Abasto y el Santa Catarina tres.
Entonces, la perforación del pozo de San Lorenzo Tezonco duro 18 meses, pues arrancó en 2011 y concluyó el 15 de diciembre de 2012.
Por lo que hasta enero de 2013 se realizó la extracción de agua y evaluación de su calidad, conllevando que hasta el momento opere con una extracción de mil litros por segundo.
Por su parte, en 2017, entró en operación un segundo pozo profundo, el Santa Catarina 3, con una producción de 40 litros por segundo.
Pero existieron algunos inconvenientes respecto a la calidad del agua del pozo profundo, lo que ocasionó que el gobierno de la ciudad lo monitoreara continuamente durante un largo periodo.
Ante ello, se esperaba que se trasladará su caudal a la planta potabilizadora Agrícola Orienta para darle un tratamiento antes de incorporarla a la red primaria.
Sobre explotación de acuíferos
El Sistema de Aguas opera cerca de 900 pozos que extraen agua a entre 200 y 500 metros de profundidad, que han generado serios problemas de hundimientos, de hasta 14 centímetros en algunas zonas.
“Conforme estamos sacando esa agua creamos otros problemas; en términos generales la Conagua estima que para tener una extracción sustentable más o menos necesitaríamos estar sacando 500 millones de metros cúbicos al año, pero actualmente la ciudad extrae mil millones de metros cúbicos al año, le estamos sacando el doble”, aseguró el doctor Eric Morales.
Por su parte, el hidrólogo consultado indicó: “supongamos que sacamos agua a mil metros de profundidad aquí en la Ciudad de México, todavía no tenemos elementos suficientes para responder la pregunta ¿eso nos va a afectar y nos va a causar también hundimientos en la superficie? porque eso es posible, necesitamos más elementos y hacer simulaciones numéricas para poder estimar esa esa temporalidad de impacto”.
SCM