Un juez de control vinculó a proceso a Erik Alexander “N”, presunto falsificador de documentos, quien fue detenido la semana pasada en un operativo de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México donde se decomisaron documentos, actas, credenciales y pasaportes posiblemente de origen apócrifo.
En la audiencia inicial, el juzgador calificó de legal la detención y el Ministerio Público adscrito a la Fiscalía de Investigación Territorial en Cuauhtémoc, formuló la imputación por su presunta responsabilidad en el delito de falsificación de moneda, en la hipótesis de almacenaje.
Al tratarse de un ilícito del fuero federal, el juzgador declinó competencia al Poder Judicial de la Federación; en tanto, Erik Alexander “N” permanecerá bajo la medida cautelar de prisión preventiva justificada por el tiempo que dure el proceso en su contra.
Además, se dictó un mes quince días de plazo para el cierre de investigación complementaria para que ambas partes recaben pruebas, mismo lapso que vence el próximo 27 de abril.
El pasado 10 de marzo, Erik Alexander “N” fue detenido por agentes de la Policía de Investigación (PDI) de la Fiscalía capitalina que cumplimentaron una orden de cateo en el número 17 de la calle Luis González Obregón, colonia Centro, alcaldía Cuauhtémoc, en la Plaza de Santo Domingo, el cual derivó en el aseguramiento de diversos documentos y credenciales apócrifos.
Entre lo decomisados se encuentran actas del Registro Civil y cédulas profesionales de la Secretaría de Educación Pública; documentos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, credenciales de elector y del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores, además de hologramas del Colegio de Notarios de la Ciudad de México, entre otros.
La Plaza de Santo Domingo es conocida por la venta ilegal de documentos oficiales falsos como actas de nacimiento credenciales de elector, títulos universitarios, facturas y más recientemente certificados de vacunación contra el covid-19.
Este lugar fue conocido en siglo 19 como la plaza de los escribanos, encargados de redactar cartas o documentos legales de la época. Con el paso del tiempo estos escribanos se convirtieron en impresores y dueños de las imprentas y con ello Santo Domingo se volvió un lugar donde la falsificación de documentos es un secreto a voces.
lvm