En el marco de la celebración del Día de Muertos, en la colonia El Amigo de Gómez Palacio ya preparan la tradicional celebración a la Santa Muerte donde incluso ya cuentan con una capilla donde albergan más de un centenar de figuras.
Desde hace 20 años, la familia Alanís Martínez inició esta celebración con un rosario en la calle hasta lograr la construcción de la capilla que alberga la imagen de la Santa Muerte en todo tipo de representaciones, incluso para el dos de noviembre llegan personas de otras regiones del país y de los Estados Unidos pues le ofrecen como manda compartir los alimentos en su honor.
La señora Abril Martínez recuerda que su devoción a la Santa Muerte inició con el rosario donde repartieron una olla de atole de guayaba y galletas, pero desde hace diez años ya le hacen reliquia en una celebración que ha ido creciendo.
“Somos devotos desde hace 20, le hacemos reliquia desde hace diez años y año con año gracias a Dios y a ella, pues hemos ido mejorando su fiesta, para nosotros es una bendición poderla festejar en agradecimiento de tanto favor que nos hace. Esta capilla la mandé a hacer hace cuatro años pensando en esos devotos que no tienen a donde ir a dar gracias, a dejar sus flores y sus ofrendas. Ahora viene gente de todas partes de México, de Estados Unidos, Colombia y hasta de Italia”, manifestó.
La celebración
inicia desde la noche del primero de noviembrecon rosario, tamales y gorditas para la velación, y continúa a temprana hora del día dos con menudo, pastel, piñata y bolos durante la mañana; danza, reliquia y rosario al medio día, para concluir por la noche con tamborazo y barbacoa o carnitas.
“El culto de la santa muerte ha ido tomando fuerza en nuestro país, nuestros antepasados la honraban con otro nombre y en la actualidad muchas personas se ocultan por el qué dirán, pero yo les digo que Dios nos da un regalo que se llama vida y otro regalo que se llama muerte, él nos hizo mortales, para mi ella es misericordia, amor, es energía y es buena”, sostuvo.
Las honras durarán hasta tres días pues inician desde el 31 de octubre con veladoras y flores para concluir el dos de noviembre con la tradicional reliquia a la que se unen creyentes que año con año visitan la capilla para agradecer o solicitar algún favor a la también conocida como La Niña Blanca.