El Día de Muertos es una de las fiestas emotivas con mucha tradición en México, donde se honra a nuestros seres queridos quienes fallecieron y a la cual aun seguimos amando.
Desde finales de octubre y hasta el 2 de noviembre, México se llena de altares, catrinas y ofrendas en las que los muertos son bienvenidos y venerados.
Además de ser una de las festividades más importantes del país, ya que su origen se remota hace más de 500 años, esta tradición conlleva la unión del núcleo familiar.
En la colonia Floridos Bosques del Nogalar, en el municipio de San Nicolás la familia Barrios Peña se encarga de mantener vivas las tradiciones mexicanas, como el altar de muertos.
La señora Sara Isaura Peña Salinas, de 83 años es quien lidera los trabajos en los que participan casi 60 personas, entre hijos, nietos, bisnietos y tataranietos.
En este lugar lleva 45 años con la tradición, que aprendió desde niña cuando vivía en Veracruz.
Por lo que, detalla que elaborar la ofrenda es una actividad que los mantiene unidos y creando recuerdos.
En esta ocasión el altar está dedicado a 10 familiares, entre los que se encuentra su esposo Edubijes Barrios Garcia, hay otro especial para los niños, dedicado a dos de sus nietos y también se hace espacio para el ánima sola.
Como parte de la tradición, la noche del 1 de noviembre la familia se reúne para rezar el rosario y degustar la comida típica de la festividad.
El Día de Muertos, es la tradición mexicana que trasciende en el tiempo, por lo que la señora Isaura se asegura que sus descendientes cumplan con la tradición, enseñándoles bien el significado de cada elemento.
¿Cuándo se pone y se quita la ofrenda de Día de Muertos?
Se acostumbra ponerla durante la noche del 31 de octubre para recibir a las almas de los niños que llegan el 1 de noviembre; al día siguiente, es decir el día 2 de noviembre, llegan los adultos, por lo que debes retirarla hasta el 3 de noviembre.
¿De cuántos pisos debe ser?
Si es de uno o dos pisos, representa la tierra, el cielo y el purgatorio. Hay quienes la ponen de hasta 7 pisos para representar las etapas por las que el alma debe pasar para obtener descanso.
alhv