El documental, Caníbal. Indignación Total, presentado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), presentó testimonios que aseguran que el feminicida de Atizapán, Andrés Filomeno Mendoza Celis, regalaba y vendía carne presuntamente de sus víctimas.
Luego de que este caso se diera a conocer en mayo de 2021, cuando Reyna 'N' fue reportada como desaparecida tras visitar al hombre en su domicilio ubicado en la calle Margaritas 22, colonia Lomas de San Miguel, las investigaciones han revelado muchos datos sobre su modus operandi y dejó al descubierto que ella no había sido su única víctima.
Según el testimonio de Jonathan J. González, capitán de Bomberos de Atizapán, durante las labores de búsqueda en la casa del feminicida se encontraron restos óseos en una jardinera, así como en las columnas de un baño que aparentemente él construyó, ya que sabía de albañilería.
En el domicilio de Andrés Filomeno había varios cuartos que rentaba; sin embargo, uno de los hallazgos más importantes se dio en el espacio que él ocupaba, ya que fue ahí donde se encontró un sótano en el que presuntamente torturaba y mataba a sus víctimas.
Entre las cosas que se localizaron en el sótano había libros de anatomía, hecho que hace pensar a las autoridades que estudiaba las partes del cuerpo y eso explicaría los cortes perfectos que hacía en sus víctimas, aunado a su experiencia como carnicero.
Además, fueron localizadas algunas libretas en las que detallaba lo que hacía a sus víctimas, así como el peso exacto de las partes del cuerpo que cercenaba.
“Ponía 17 de mayo, por ejemplo, ‘pasó a otra vida fulana de tal’ (…) Había otras libretas en donde (anotaba) lo que pesaban las partes del cuerpo; había en específico una hoja en donde él ponía ‘los pechos pesaron dos kilos; la pierna pesó cuatro kilos’”, relató el bombero en el documental.
El feminicida regalaba y vendía carne humana
Andrés Filomeno es originario de la comunidad de San Sebastián Río Dulce, en Oaxaca, lugar al que viajaba con frecuencia, pero no lo hacía con las manos vacías; llevaba ropa de mujer para regalar a las mujeres de la comunidad, así como carne, presuntamente de sus víctimas.
“Traía carne; él decía que era carne de cerdo. Las personas con las que platicamos manifiestan que la persona (Andrés Filomeno Mendoza Celis) llegaba de la Ciudad de México y traía su hielera; ahí convivían y comían la carne que él traía”, contó para el documental Javier Barroso, presidente municipal de Zimatlán, donde se ubica la localidad de San Sebastián Río Dulce.
El reparto de carne no sólo lo hacía en Oaxaca, de acuerdo con vecinos y testimonios, Andrés Filomeno también invitaba a comer a vecinos y policías de Atizapán, a quienes les decía que hacía carnitas, incluso las llegó a vender.
“Es bien sabido en la colonia, que Andrés decía traer carne de jabalí de Oaxaca y que en Oaxaca decía traer carne de cerdo del Estado de México, todo ello para encubrir que repartía carne humana, carne de sus víctimas”, mencionó la periodista Gabriela Warkentin, quien también aparece en el documental.
Autoridades del Estado de México han encontrado más de 4 mil 300 restos óseos en la casa de Andrés Filomeno, así como 29 fotografías instantáneas, 44 fotografías medianas, 17 infantiles y una tamaño pasaporte, dos básculas, un cuchillo, un machete, ocho libros de diversos tamaños, 5 cuadernos de diversos tamaños, 28 videocasetes de formato 8mm, 25 videocasetes de formato VHS, ocho teléfonos celulares, 12 chips para teléfono celular, ocho barnices para uñas, cinco pulseras, seis collares, cuatro pares de aretes, tres anillos, dos carteras de mujer y nueve juegos de llaves diversas.
ZNR