El eclipse solar 2024 reunió a turistas, familias y entusiastas de la astronomía en Puebla, donde miles de personas en todo el estado se reunieron en plazas públicas para observar este espectáculo natural, el cual volverá a verse dentro de 28 años, exactamente el 30 de marzo de 2052.
Este 8 de abril, las miradas de los poblanos se enfocaron por aproximadamente tres horas para ver cómo la Luna cubría al Sol en un eclipse solar total que no se había visto desde 1991.
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Desde muy temprano, institutos de investigación como el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), en San Andrés Cholula, comenzaron a prepararse para recibir a los visitantes que buscaban ver el eclipse solar con equipo especializado, acompañados de expertos en astrofísica que les explicaban a detalle el fenómeno natural.
El eclipse solar 2024 fue visible parcialmente aproximadamente en 70 por ciento, y afortunadamente las condiciones climatológicas permitieron observar la 'danza' entre la Luna y el Sol.
En Africam Safari se vivió una experiencia única con el eclipse solar y los animales del parque de conservación de vida silvestre. Los visitantes que se encontraban en el lugar pudieron ver el eclipse a través de telescopios y lentes especiales.
Algunos turistas de Monterrey compartieron que se sentían muy emocionados porque pudieron observar el eclipse en un lugar rodeados de naturaleza.
Durante el evento astronómico los paseos del safari no se detuvieron y los visitantes pudieron observar el comportamiento de animales como los flamingos, quienes se reunieron a dormir una vez que comenzó a oscurecerse parcialmente cuando el eclipse alcanzó su punto máximo.
En el Zócalo de Puebla la gente también se reunió al rededor de los telescopios; niñas, niños, jóvenes y adultos convivieron en la plancha del corazón de la ciudad para atesorar la anécdota de que pudieron vivir el eclipse del 8 de abril de 2024.
Algunas personas como Gema Reyes, compartieron a TELEDIARIO que aprovechó la ocasión para observar el eclipse: “No sé si en 2052 todavía viva, por eso aproveché venir a verlo”.
AGA