La China Poblana es el personaje más emblemático de la Angelópolis. Catarina de San Juan le da identidad a la ciudad, por ello en su honor existe el monumento a Mirra, la princesa hindú raptada por piratas y bautizada por jesuitas que desarrolló su vida en Puebla.
La fuente de la China Poblana es uno de los lugares más icónicos de Puebla capital, sitio de referencia entre los ciudadanos y joya arquitectónica que une dos de las vialidades más concurridas: el bulevar Héroes del 5 de Mayo y la Diagonal Defensores de la República.
¿Cuándo se inauguró la fuente de la China Poblana?
El 27 de septiembre de 1971, Puebla conoció uno de los monumentos más queridos en la ciudad, la fuente de la China Poblana. Este monumento, ubicado en la colonia Santa María, fue esculpido por el arquitecto, escultor y pintor poblano Jesús Corro Ferrer, quien es el autor del mural del Estadio Cuauhtémoc con motivo de los Juegos Olímpicos de 1968.
Esta hontanal en su sistema constructivo se compone de una gran zapata con una columna central, un brocal y dos tazones, donde se acumula el agua. Uno a ras de piso y el otro en la parte superior.
Mide más de tres metros de altura sobre una base de 30 metros de diámetro. En su diseño sigue un patrón con partes de círculos que se combinan con rectángulos. Fue construida con concreto, piedra de cantera labrada y argamasa a base de granito blanco.
En su estructura se encuentran incrustaciones de talavera a manera de adorno, lo mismo que ocho cabezas de dragones, donde salen chorros de agua por sus bocas abiertas. Estos añadidos se localizan en la columna central, cuatro en la parte inferior y el resto en el superior, previo a la escultura de bronce de la China Poblana.
Debajo de las salidas de agua de las cabezas de dragones de la parte superior se instaló el escudo de armas del estado de Puebla, el cual está fabricado en talavera.
En el perímetro del tazón superior se encuentran instaladas otras salidas de agua. Se trata de unos tubos de acero que permiten caídas de agua de forma silenciosa.
Respecto a la escultura de bronce de doña Catarina de San Juan –el nombre católico asignado a la China Poblana–, está decorada con mosaico vítreo lo que le permite darle las tonalidades en rojo, blanco, verde, azul y amarillo, color que se emplea para el águila frontal de la falda.
La figura está direccionada hacia el sudoeste, es decir, con rumbo al centro de la ciudad de Puebla, ya que en aquel tiempo ahí concluía la vialidad.
Alrededor de la fontana hay una pequeña zona verde, la cual está delimitada por plantas conocidas como truenos a manera de muros, unos pequeños árboles y abetos; así como una escalinata y fuentes de luces.
Como se carece de datos precisos sobre la apariencia de la mujer asiática perteneciente a un linaje noble de la India, cuyo nombre fue Mirra, a quien se atribuye desde el Porfiriato la creación de dicho traje de china, para la construcción de la estatua, Corro Ferrer hizo uso de una musa en particular: su esposa.
De forma consecuente, la estatua en la fuente de la China Poblana tiene la imagen de María del Consuelo López y Martínez, mejor conocida como “Marychelo”. Ella posa con los brazos abiertos recogiéndose las enaguas, peinada de unas largas trenzas adornadas con listones tricolores.
Cabe aclarar que esta no es la primera ni la única fuente dedicada a doña Catarina de San Juan en la Angelópolis, pues en el extremo sudeste del Paseo Bravo existe otra, donada por la colonia inglesa e inaugurada el 16 de septiembre de 1929.
Los regidores del Cabildo de Puebla, decretaron el 9 de septiembre como el Día Municipal de la China Poblana con la intención de preservar la tradición en la capital y que este festejo se convierta en referente internacional.
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