Estás en la ciudad de Puebla y escuchas niños riéndose, mientras brincan en los charcos generados por la lluvia, pero, ¿no puedes verlos?, ponte atento y aleja a tus hijos de ahí de inmediato, si quieres saber por qué a continuación te contamos la leyenda de la fuente de Los Muñecos.
Puebla es una ciudad muy antigua que conserva en sus calles un pasado digno de leyendas e historias que se han difundido de generación en generación, este es el caso de esta enigmática fuente que en su construcción envuelve una triste historia que persigue a los poblanos hasta la actualidad.
De acuerdo con la voz popular que se ha transmitido durante casi 90 años, la fuente de Los Muñecos se hizo en honor a dos niños que perdieron la vida, mientras iban camino a la escuela en un día de lluvia.
Esta misma historia se ha difundido a través de diferentes versiones, debido a que hay personas que afirman haber visto la fuente sin muñecos, e incluso han visto cómo se mueven las figuras o cómo cambian ciertos rasgos de sus rostros dependiendo de su supuesto estado de ánimo.
Para que tengas una idea más clara sobre esta tétrica leyenda, a continuación en TELEDIARIO Puebla te contaremos la leyenda de la fuente de Los Muñecos y por qué es una de las esculturas más importantes para el Barrio de Xonaca, ubicado a unos metros del centro histórico de Puebla.
¿Qué le pasó a los niños de la fuente de los Muñecos de Puebla?
Cuenta la leyenda que cuando el estado de Puebla era gobernado por el mexicano Maximino Ávila Camacho entre 1937 y 1941, uno de sus trabajadores que estaba a cargo de ensillar y cuidar de los caballos tenía a dos pequeños hijos que se caracterizaban por ser muy juguetones, pero también por siempre estar juntos y cuidar uno del otro.
Estos pequeños de 6 y 7 años, conocidos cómo Los Muñecos por su rostro tierno y por su forma de vestir, ella con sus vestidos de cuello bordado y bolsillo en el frente y él con camisa bien almidonada y pantalón de mezclilla o jumpers, salían de la hacienda de Maximino Ávila camino a la escuela con sus libros bajo el brazo.
Luego regresaban a la hacienda en dónde se divertían, pero también ayudaban a su padre en lo que hiciera falta al cuidado de los caballos y así pasaban sus días mientras la gente los recordaba por jugar en las calles del barrio de Xonaca como los niños que eran.
Un día salieron de casa rumbo a la escuela y nunca más se les volvió a ver, ese día había caído una fuerte lluvia en la ciudad de Puebla, situación que para ellos era muy afortunada porque aprovechaban para usar sus botas de hule y salían a brincar en los charcos.
Dice la leyenda que, cómo era costumbre, ellos salieron y jugaron mientras llegaban al colegio, pero en el camino se perdieron y es que dicen que justamente en lo que ahora se conoce como la 22 oriente y 18 norte había un pozo al que los niños habrían caído sin que nadie pudiera salvarlos.
Después de varios días de búsqueda alguien notó que el agua del pozo tenía un aroma extraño por lo que al investigar se dieron cuenta de que los pequeños habían muerto en su interior.
En agradecimiento a su caballerango, Maximino Ávila Camacho decidió construir una fuente para honrar la memoria de estos pequeños juguetones, incluso hasta estas fechas la fuente conserva una placa que dice que este monumento fue donado por el entonces gobernador.
Hasta estas fechas hay personas que dicen que se escucha a los niños jugar, se les ve moverse a las estatuas o incluso se escuchan sus risas, sin embargo, no todo es bonito, pues hay quienes aseguran que Los Muñecos llaman a otros niños a jugar con ellos en la fuente ocasionando que se ahoguen ahí, por lo cual se recomienda no permitir que menores merodeen esta fuente.
¿Dónde se ubica la fuente de Los Muñecos en Puebla?
Si quieres conocer este misterioso rincón de la ciudad de Puebla te recomendamos acudir durante el día para que puedas apreciar los colores de la fuente de Los Muñecos que se ubica en la calle 22 Oriente esquina con 18 norte en el Barrio de Xonaca.
Además puedes aprovechar tu visita a este espacio conociendo también Los fuertes de Puebla.
ERV