Una colonia que normalmente luce llena de vida con gente en sus casas, negocios, calles y parques, se veía inhóspita y vacía el 9 de febrero, ya que el olor a combustible impregnaba a Tololotolán, Tonalá, después de que se registró una fuga de gas en un ducto de Pemex.
Las pocas personas que se veían en la colonia fueron las que no evacuaron y decidieron aferrarse a sus hogares, pese al riesgo que pudiera representar por los gases emanados.
Martha y su familia desalojaron su casa durante la mañana del viernes, cuando las autoridades les dijeron que debían irse, pero regresaron después de varias horas, ya que consideraron que el riesgo ya no era inminente.
Acostumbrados al miedo
Pero a pesar de haber regresado, lo hicieron con miedo, pues no era la primera vez que presenciaban algo así. En casi 20 años que tiene viviendo en el lugar, han sido por lo menos tres ocasiones las que se han registrado fugas de combustible en la zona.
“Años atrás fue menos y ahora fue más grave, como unos siete años yo creo. Van tres veces desde que me he venido a vivir aquí (…) Con miedo, estamos siempre con miedo que nos vayamos a estallar todo mundo, la verdad sí sentimos miedo, nos acostamos y no sabemos si ahí quedemos o no”, explicó Martha.
Por su parte, don Juan y su hermana también regresaron a casa horas después. Ellos habían evacuado la zona cuando comenzaron a percibir el olor a combustible.
“A las 6 de la mañana que nos levantamos ya olía, y ya pues nos habló una hermana que dejáramos la casa por lo mismo, aunque no quería ella (…) Aquí una nieta vive en Puentes, nos dijo que aquí nos quedáramos pero no quiere quedarse, vámonos para la casa pues”, mencionó Juan.
Ellos se fueron al albergue habilitado en el DIF Juanacatlán, donde les dieron de desayunar y pudieron quedarse por varias horas, aunque finalmente optaron por volver a su casa porque la hermana de Juan, que está enferma de sus huesos y riñones, ya no soportaba más tiempo lejos de su hogar.
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Don Manuel vive en la colonia vecina, Puente Grande, y desde ahí, a varios kilómetros de distancia del lugar de la fuga, podía ver cómo salían chorros de combustible del ducto.
“Yo me subí al segundo piso, me iba a subir a mi casa a lo alto de arriba y alcancé a verlo como unas cuatro horas. Impresionante, sí es impresionante la fuga esa”, explicó Manuel.
La mayoría de los habitantes de Tololotlán evacuaron, pero hubo varios que optaron por quedarse en sus casas, sin importar que no tuvieran servicio de electricidad, ya que la CFE realizó cortes a la energía eléctrica para prevenir cualquier incidente.
Tampoco había negocios abiertos, sólo una tienda de abarrotes, cuyos dueños no quisieron desalojar. En algunas casas, los pobladores dejaron sus vehículos y mascotas.
Hasta la unidad deportiva y áreas de juegos de la colonia, en donde diariamente hay decenas de familias y niños, también lucieron solas.
AA