Galería Las Ánimas forma parte de la generación de centros comerciales que fueron construidos en Puebla siguiendo la estrategia la expansión de los primeros malls de Ciudad de México; proyectos privados con grandes cadenas de distribución, pero que ahora lucen en agonía dejando atrás los años gloriosos y el bullicio de las familias que los recorrían.
Era el año 1989 cuando a la ciudad de Puebla llegaron nuevas inversiones para consagrar la actividad comercial. Para ese entonces, Plaza Dorada ya tenía 10 años de existencia, el primer complejo que reunió a diferentes locales y marcas; después llegaron Plaza Loreto, Plaza San Pedro, Plaza América y Las Ánimas, ubicado en bulevar Atlixco y Circuito Juan Pablo II.
Con casi 34 años de existencia, Galería Las Ánimas es una plaza comercial que hoy luce en abandono. En sus inicios tuvo como tienda ancla al supermercado Gigante, después Soriana, la cual cerró sus puertas en 2020 para dar paso a La Comer.
En la parte exterior del centro comercial se observan algunos locales en funcionamiento, por ejemplo, la cafetería Starbucks, una sucursal de BBVA, restaurantes e Italian Coffee Company, sin embargo, al interior la realidad es diferente porque muchos negocios están vacíos.
En un recorrido realizado por el equipo de TELEDIARIO Digital se constató que los pasillos prácticamente están solitarios. Sólo algunos guardias de seguridad recorren el lugar, pero en las vitrinas en las que antes se apreciaban zapatos, ropas y hasta muebles, hoy sólo existen letreros con la leyenda 'se renta' o simplemente el polvo muestra el paso del tiempo.
En el lugar en el que las familias iban de compras, se reunían los amigos o se pasaba una tarde agradable, apenas y sobreviven locales de joyería, ropa y artículos para el hogar como la Casa Dember.
Mientras tanto, en la planta baja aún se aprecian algunos restaurantes que ofrecen comida corrida, una casa de cambio y la entrada hacia el casino, pero entre los pasillos quedó abandonada una sucursal de la cafetería Starbucks, ya que sólo opera el establecimiento que fue instalado en la parte externa.
Al menos cuatro zapaterías y pocas estéticas prevalecen, pero los clientes son pocos, quienes visitan la plaza sólo van a hacer compras a La Comer, se toman un café o van a realizar una transacción en el banco.
La situación económica en este centro comercial se perjudicó en 2020 con la contingencia sanitaria, pero a tres años de esa pandemia, el panorama no ha mejorado, ya que muchas personas no lograron sostener el pago de las rentas. A pesar de ello, aún se realizan algunos eventos, pero sin la convocatoria masiva que existía hasta hace unos años.
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