Los nuevos líderes de La Unión Tepito serán jóvenes que no pasan los 25 años de edad, tras la detención de los principales cabecillas. La nueva agrupación preocupa a la policía capitalina, pues los nuevos perfiles son más sanguinarios e impredecibles.
En entrevista para MILENIO, los mandos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC) indicaron que han realizado operativos contra La Unión Tepito y entre ellos hablan con angustia del cambio en la edad de los nuevos “capitanes” del crimen organizado, quienes serán el dolor de cabeza de la próxima administración capitalina.
“Nuestras investigaciones arrojan que, cuando alguien sube de puesto, deben designar en ese momento a quién los va a reemplazar, si lo agarramos o lo matan. Así que en cuestión de horas se hace la sucesión. Es una estructura parecida a la mafia italiana”, cuenta un mando policiaco con más de 10 años de experiencia enfrentando al cártel fundado en 2010.
“El problema es que los nuevos jefes son muy jóvenes y no tienen los grandes curriculums criminales de la vieja guardia, así que lo compensan con violencia. A falta de experiencia, ofrecen balazos. No saben negociar, no saben hacer acuerdos, sólo dejan sangre por donde van”, añade.
Por ejemplo, cuenta, no habían pasado ni 48 horas desde la detención de Eduardo Ramírez Tiburcio, ‘El Chori’ —quien durante dos años fue el jefe y canciller de la Unión Tepito—, cuando la policía capitalina supo que ya estaba operando su sucesor: ‘El Elvis’, un treintañero con fama de matón desde que pasó sus años como adolescente en la antigua tutelar de menores en San Fernando, al sur de la capital.
“‘El Elvis’ es correjero, es decir, un chavo que puede presumir que estuvo en una correccional. En el barrio eso es ser un héroe, un rockstar. Alguien que fue a la guerra y que regresa como hijo pródigo. Lo siguen muchos chavitos y él ha aprendido a reclutarlos. Esos son sus sucesores”, platica otro mando cuyo cuadrante abarca La Lagunilla.
Como él, los uniformados saben que ‘El Elvis’ está acompañado de un grupo que la policía llama ‘Los Paraguayos’, es decir, matones y extorsionadores que tienen entre 14 y 25 años que se curtieron en las vecindades de la calle República de Paraguay, en el Centro Histórico y a unos metros de Palacio Nacional, donde La Unión Tepito tiene cuartos de tortura para doblegar a los comerciantes que se niegan a pagar el “derecho de piso”.
“Hay una vecindad histórica, la 62 en Paraguay, que es como un laberinto. Ahí no se puede entrar más que con un operativo grande, muy pesado. Y de ahí está sacando gente la nueva dirección de La Unión Tepito para fortalecer al ‘Elvis’. La mayoría nacieron del 2000 para acá”, cuenta otro mando policiaco.
Enseguida, saca su teléfono y muestra fotografías que ha tomado a la distancia con ayuda de una mirilla telescópica: afuera de la vecindad 63 en Paraguay hay decenas de menores de edad con gorras que les ocultan la cara y que simulan estar distraídos en sus teléfonos, cuando en realidad están reportando cada movimiento inusual con la esperanza de ganarse un ascenso.
“Hay uno que le dicen ‘La Canica’. En la zona es conocido porque tiene unos ojos grises como de canica y anda cobrando la extorsión para hacer méritos y volverse jefe. Imagínate que hay compañeros que le tienen terror y mejor le dan la vuelta cuando se lo encuentran en la calle. Dicen que tiene 13 años”.
Ejército de adolescentes
Es la Generación Z que reemplaza a los millennials del cártel chilango. Y a diferencia de la vieja guardia que veía a la criminalidad como una vía para escapar de la pobreza, los nuevos capitanes tienen dinero suficiente para vivir con las comodidades de la clase media capitalina, pero quieren tener los símbolos del éxito en tiempo récord.
“Con los nuevos capitanes no funcionan los programas sociales, las becas escolares, todas esas cosas que presume el gobierno. Acá los jefes de La Unión Tepito que tienen 20 años tienen dinero suficiente para comer bien, ir a la escuela, vestir bien, pero quieren otras cosas: ser temidos, ser admirados, el poder por el poder mismo”.
Un ejemplo de esa nueva generación es ‘El Tomate’, también capitán en La Unión Tepito, peso pesado y ubicado sólo un peldaño abajo del ‘Chori’ en la estructura criminal del cártel, detenido el sábado pasado: los mandos que diseñaron el operativo se dieron cuenta que la mayoría de quienes lo rodeaban no superaban los 25 años. Algunos, incluso, tienen la edad para cursar la secundaria.
‘El Tomate’ está bajo investigación por su presunto involucramiento en la masacre de Garibaldi, ocurrida el 14 de septiembre de 2018, que dejó seis personas asesinadas y siete heridas; de acuerdo con la investigación CI-FICUH/CUH-4/UI-2 S/D/00174/02-2024, el comando de sicarios fue auxiliado por dos adolescentes que formaban parte de la célula criminal y que avisaron cuándo abrir fuego.
“‘El Chori’ no sólo movía droga, armas, extorsiones. Lo que no se cuenta es que es un reclutador muy hábil. Es muy ‘labioso’ y sabía meterse a las vecindades, identificar a chavos que no tuvieran miedo y los hacía parte del grupo. Eso se lo enseñó al ‘Tomate’, por eso siempre andaba con muchos chavitos.
“Déjame ponerte un ejemplo: a La Unión Tepito la fundaron ‘La Barbie’, ‘El Papirrín’ y ‘El General Borja’. Luego, un hijo del ‘General Borja’, ‘El Chori’, se queda con el liderazgo del cártel. Y ahora chavos que podrían tener la edad de un hijo del ‘Chori’ están peleando ese puesto”, explica un comandante de la policía capitalina adscrito al área de operativos y asuntos relevantes.
Otro liderazgo del cártel chilango que fue detenido horas después de la caída del ‘Chori’ es un subordinado al ‘Lunares’ conocido como ‘El M24’ o ‘Monstruo de la Unión’, quien tenía a su mando a su propio brazo armado llamado ‘Los Orejones’.
Entre ellos, hay uno que es conocido en las pesquisas policiales como ‘El Monstruito’, quien podría quedar al frente de ese grupo que opera también en la zona centro de la alcaldía Cuauhtémoc: tiene apenas 19 años y es el terror en la zona de Mixcalco.
Alianzas con cárteles grandes
“Hay otra preocupación que tenemos en la institución con esta gente muy joven. Esa no aparece en ningún reporte porque es algo que se dice, no se escribe, por lo delicado del tema, pero es que esta nueva generación está más dispuesta a hacer tratos con los cárteles grandes porque eso les da más poder”, asegura el primer mando policiaco de este texto, quien prefiere tener apagado su teléfono mientras conversa por miedo a ser escuchado por el cártel chilango.
Según él —y otros tres mandos más— la vieja guardia de capitanes había defendido que La Unión Tepito fuera dirigida únicamente por oriundos del Barrio Bravo o que compartieran sangre con las antiguas familias criminales, como los Camarillo. Había un sentido de orgullo y pertenencia que ponía al frente su origen e impedía que criminales foráneos quisieran cooptar la estructura.
Sin embargo, los nuevos suelen estar más abiertos a alianzas, por ejemplo, con el Cártel de Sinaloa o el Cártel Jalisco Nueva Generación. La Generación Z cree que la marca Unión Tepito es demasiado local o está devaluada frente a otras franquicias que son lideradas por criminales de talla global como Ismael ‘El Mayo’ Zambada o Nemesio Oseguera Cervantes, ‘El Mencho’.
“Sabemos por las investigaciones que tenemos en campo que muchos quisieran formar parte de un cártel grande, internacional, y no quedarse en lo local de la Ciudad de México. Incluso, varias personas que hoy están con ‘El Elvis’ (hoy jefe de La Unión Tepito) traen playeras o gorras con gallos —el símbolo del Cártel Jalisco— o que en sus altares a la Santa Muerte tienen figuras de Ovidio Guzmán o del ‘Chapo’.
“Esto nos preocupa porque hasta ahora son facciones enfrentadas, pero ¿qué pasaría si la nueva generación de Tepito se une a la Nueva Generación del Cártel Jalisco?”, dice el mando que participó en agosto de 2018 en la detención del ‘Betito’.
La hidra ha perdido las cabezas criminales más veteranas. Nace una nueva que, como adolescente incorregible, es voluble e inestable. Una pesadilla para cualquier mando policiaco, incluso para los que tienen mayor experiencia.
ZNR