Luciano Torres, de 17 años, murió el 7 de noviembre en Guadalajara después de discutir con un hombre que había consumido drogas. El presunto responsable pateó con fuerza el pecho de Luciano, porque el menor se negó a darle dinero para un lonche de jamón.
Según testigos, Luciano ya le había dado un lonche a su asesino, pero le pidió otro más y ante esto, el joven se negó porque todavía no recibía su paga como carpintero. El hombre se enojó y sin medir palabra, pateó el pecho del menor cuando este estaba hincado al estar cortando madera.
"Todo fue por un lonche de jamón, porque no se lo quiso hacer, porque ya le había dado un lonche […] él trabajaba para nosotros, era carpintero y vivía conmigo. Estaba trabajando en un banco cuando volvió a pedir para otro lonche pero él no tenía dinero, porque todavía no le pagábamos lo que estaba haciendo, el otro tipo se molestó y lo que hizo fue patearlo cuando estaba hincado, cortando la madera… lo agarró hincado para darle la patada”, explicó uno de los testigos.
La patada provocó la muerte de Luciano, según el testigo, el joven cayó de espaldas abajo del machuelo y posteriormente, su cuerpo comenzó a convulsionarse.
Después del hecho y al intentar reanimarlo, fue trasladado de inmediato al hospital Santa María, que se ubica cerca del lugar del ataque. Sin embargo, murió.
El último adiós a Luciano
La noche del martes y la madrugada del miércoles, Luciano fue velado, donde sus amigos y seres queridos le dieron el último adiós, en lo que fue su morada y a escasos metros de donde lo patearon.
Luciano Torres era un joven de 17 años, según testigos, el menor era huérfano de madre y alejado de su padre, vivía en la colonia Heliodoro Hernández Loza, en la zona oriente de Guadalajara. Se desempeñaba como ayudante de carpintero y así lo describen:
"Fue un niño muy lindo, muy honesto, se granjeaba, muy trabajador o sea siempre se ganó lo que uno le dio, entonces creo que no se merecía una muerte así, porque era un niño, tenía 17 años".
Será al mediodía cuando el cuerpo de Luciano se ha enterrado en el panteón Guadalajara. El responsable, vecino del lugar, escapó aparentemente a un rancho que tiene su familia.
MRG