Guadalajara conocida por sus tapatíos como la Ciudad de las Rosas, cumple 480 años de fundación, entre sus calles además de encontrar glorietas, árboles y grandes edificios, también, observarás monumentos representativos de la ciudad.
Es probable que hayas pasado por estos lugares, a continuación te decimos la historia de los más representativos de la Perla Tapatía.
Glorieta La Minerva
Este monumento, que ahora es lugar de encuentro para los fanáticos del equipo más popular del estado, se creó a petición del gobernador Agustín Yánez en 1956, la escultura fue hecha por Joaquín Arias Méndez y Pedro Medina Guzmán. La estatua encarna a la diosa romana de la sabiduría. La Minerva fue puesta con el objetivo simbólico de custodiar la ciudad.
Rotonda de los Jaliscienses Ilustres
Este monumento fue construido en 1951 y originalmente se llamaba Rotonda de los Hombres Ilustres. En ella descansan los restos de personas que dejaron un legado en la historia del estado, entre ellos el muralista José Clemente Orozco, Pedro Moreno, caudillo de la Independencia, Irene Robledo García, educadora, entre otros personajes que como se lee en el monumento fueron hijos esclarecidos de Jalisco.
Arcos de Guadalajara
Los representativos arcos fueron construidos en 1942 por el arquitecto Aurelio Aceves, esto con el motivo de celebrar 400 años de la fundación de Guadalajara. Los arcos están ubicados en avenida Vallarta, dicho monumento fue elegido como la entrada a la ciudad, debido a la construcción de la carretera México- Morelia- Guadalajara.
Teatro Degollado
La historia de esta sede de encuentro de las bellas artes se remonta hasta mediados del siglo XIX cuando el 5 de marzo de 1855 se colocó la primera piedra para la edificación, misma que fue encomendada al arquitecto Jacobo Gálvez. Anteriormente el nombre del recinto era Teatro Alarcón pero se cambió el nombre para homenajear al general Santos Degollado, quien fue gobernador del estado.
Hospicio Cabañas
El ahora Museo Cabañas fue construido a petición del monarca español Carlos IV, quien se lo encargó al obispo de la Diócesis de Guadalajara, el clérigo a su vez encomendó la construcción del hogar para niños al arquitecto Miguel Tolsá. En 1810 comenzó el funcionamiento del lugar como hospicio para niños desamparados y así fue hasta la década de 1980. Actualmente el museo alberga murales de gran valor histórico como el Hombre en llamas del pintor José Clemente Orozco.
AAM