Cuando el Panteón Guadalajara abrió sus puertas, la familia Ramírez García arribó con flores, coronas de papel maché, ofrendas, cubetas, escoba y hasta un toldo para cubrirse del sol.
Ellos mencionaron que se encuentran en dicho cementerio desde las 8 de la mañana dispuestos a pasar todo el día con sus difuntos.
Catalina, dos de sus trece hijos, nuera, nietos y bisnietos, tenían todo previsto para limpiar y adornar la capilla donde descansan los restos de Don Merced.
Catalina y Merced estuvieron casados durante casi seis décadas. Falleció hace cinco meses tras una larga lucha contra el cáncer de próstata pero hoy su familia lo recuerda con amor.
"58 años, buenas y malas pero ahí estuvimos hasta el fin [...] Como nos dijo el padre, hasta que la muerte nos separe y mire, Dios nos dio licencia", mencionó Catalina
Por su parte, Micaela Ramírez, que es hija de Don Merced, recuerda a su padre con mucho cariño y aprecio, además lo describió como "un hombre ejemplar que daba todo por nosotros".
Mientrtas tanto, Catalina corta los pétalos de las flores de cempasúchil para hacer el camino que de acuerdo con la creencia popular ilumina la travesía de las almas.
"Dicen que vienen y nos visitan", afirmó la mujer.
Y su hija Micaela acomoda todo al interior de la capilla para que Don Merced se sienta bienvenido.
"Pues hacerle la tradición del camino para que venga a visitarnos y lo esperamos con los brazos abiertos", comentó.
Su nuera Virginia, ayuda a limpiar la tumba de su suegro Merced y después se va a arreglar los aposentos de su madre Olivia, su hermano César y su sobrino Juan Manuel.
"Le traemos su cigarro, su tequila y ahí viene revueltito para todos guasanas, cacahuatitos y buñuelos y a mi sobrino lo que es el chocolate, el gansito y un pingüino es lo más importante la música para que ellos estén contentos", dijo Virginia.
Las ofrendas que colocaron sobre la tumba del hombre, son el principal protagonista visual de la escena.
Pese a que Merced, Olivia, César y Juan Manuel están en otro plano, no han sido olvidados por su familia. Su recuerdo se mantiene vivo.
"Para que siga vivo con nosotros, que no nos olvide ni nosotros a él", fue lo que mencionó la señora Catalina.
JB