El primero de noviembre del 2021, el vertedero conocido como Los Laureles ubicado en Tonalá, cerró operaciones al llegar al máximo de su capacidad, sin embargo, esto afectó a los pepenadores que trabajaban y sacan su sustento de ese lugar, por lo que tuvieron que buscar suerte en el vertedero, también ubicado en ese municipio, conocido como Matatlán.
Este vertedero solo duró casi seis meses con vida después del cierre del primero, pues el 30 de abril, autoridades del municipio de Tonalá también cerraron el vertedero de Matatlán, por las mismas razones, ya no tenía espacio para albergar los desechos.
Ante esto, más pepenadores se vieron afectados, pues no podían ingresar a dichos vertederos, y por ende, no podían trabajar. Fue entonces que buscaron la forma para poder seguir trabajando en esa área.
Los pepenadores consiguieron charlar con las autoridades correspondientes y acordaron cerrar el 95 por ciento del vertedero de Matatlán, mientras que solo se usaría el cinco por ciento de este para trabajar.
Inicia la manifestación
Al no tener la capacidad que los trabajadores necesitaban, fue que el 5 de mayo los pepenadores hicieron una manifestación, buscando ser escuchados por el gobernador de Jalisco, entonces realizaron un plantón en la Plaza de la Liberación hasta poder hablar con Alfaro, o alguna autoridad correspondiente que pudiera escucharlos.
No hubo acuerdo
Después de 12 horas de plantón, por fin los líderes de los manifestantes fueron recibidos por el secretario de gobierno, Enrique Ibarra, quien después de dialogar casi dos horas con estos, no pudieron llegar a un acuerdo, fue entonces que los manifestantes comenzaron a comportarse de forma hostil y aventaron restos de basura en la puerta principal del Palacio de Gobierno.
Mantuvieron el plantón
Luego que las autoridades no cumplieran con las solicitudes de los pepenadores, estos se mantuvieron firmes en su protesta, por lo que se mantuvieron en las inmediaciones de la Plaza de la Liberación, asegurando que estarían ahí el tiempo necesario para llegar a un acuerdo.
Comenzó la violencia
El 9 de mayo, luego de cuatro días de manifestación, los pepenadores obstruyeron la vialidad, por lo que autoridades enviaron a policías mujeres a solicitarles que se quitaran de la vialidad, cosa que los pepenadores no hicieron, y comenzaron a comportarse agresivos con las oficiales.
No pasó mucho tiempo para que el escuadrón antimotines llegara y comenzaran los disturbios entre los elementos de la ley y los pepenadores.
Al final, el saldo fue de 67 pepenadores detenidos, de los cuales, 62 fueron liberados el 10 de mayo pagando una multa mínima, según el alcalde de Guadalajara, Pablo Lemus.
Solución a corto plazo
El 11 de mayo, el alcalde de Zapopan, Juan José Frangie anunció que el vertedero conocido como Picachos ubicado en Zapopan, recibiría a los más de cuatro mil afectados por el cierre de los vertederos de Los Laureles y Matatlán, ya que incluso algunos vivían dentro de los vertederos.
A pesar que los pepenadores se quejaron por las distancias que deberán de recorrer, tuvieron que aceptar esta medida en lo que se llega a otra solución.
El mismo Frangie advirtió que a Picachos le queda un estimado de seis meses de vida, y a pesar que se invertirán 100 millones de pesos para ampliarlo, esto solo servirá como una solución a corto plazo.
MQ