Vecinos de la colonia Quinta Velarde afirmaron que ninguna autoridad ha dado solución a la denuncia que interpusieron para exigir que se detenga la contaminación auditiva y ambiental que presuntamente es provocada por una empresa productora de pigmentos para plásticos así lo informaron la noche del martes 12 de abril.
Aseguran que aunque dicha empresa prometió acercarse a ellos a través de un comité, eso no ha sucedido, tampoco han recibido una respuesta concreta por parte de SEMADET en donde ya realizaron reportes desde hace varios años sin tener una solución duradera.
“No hemos obtenido ninguna respuesta ni de las autoridades ni de este señor qué es dueño de la fábrica (...) nos han dicho que se pueden ir hasta 45 días y yo creo que quieren tomar tiempo para que llueva y se quiten las evidencias de las azoteas y de las calles y la lluvia les va ayudar mucho pero también es una contaminación que se está yendo el drenaje”, comentó una habitante de la colonia.
Una de las causas por las que estos vecinos exigen a las autoridades su ayuda, es la supuesta emisión de un polvo blanco o gris el cual después de una examinación, supuestamente contiene grandes cantidades de plomo y metales pesados, lo que según especialistas, pone en peligro la salud de estos habitantes quienes indicaron ya percibir reacciones en sus cuerpos.
“Es de que los pocos adultos mayores y las personas que nos salvamos del covid hemos tenido problemas de salud en cuanto a las vías respiratorias porque en cuanto se pasa lo del polvito duramos de tres a cuatro días con una tosecita muy molesta”, señaló Mariana una vecina de la colonia.
También aseguraron que la contaminación auditiva es cada vez más insoportable.
“El ruido es muy fuerte a veces hasta el tráiler a esas horas queriendo entrar y el polvo que se mete hasta la cocina y honestamente el problema mayor es que no puedo hacer nada con mi bebé en el patio, no puedo sacarla, la necesito tener como en una tipo burbuja. La niña apenas empieza hablar y a cómo se da entender se tapa sus oídos y dice ‘mamá no puedo no puedo me duelen mucho los oídos’”, comentó Tania, vecina de la zona.
Estos vecinos expresaron que su intención no es que la fábrica sea cerrada, si no que cumpla las normativas, sean escuchados y puedan vivir sin miedo a que la salud y tranquilidad de los suyos se vea perjudicada.
“Como persona adulta mayor enferma, yo necesito mucha tranquilidad y no la tengo con ellos aquí, que por caridad se pongan en nuestros zapatos”, comenta Luisa María.
Por su parte Mariana asegura que el ruido es de verdad molesto además que en su familia hay personas enfermas, por lo que la situación se vuelve ‘un viacrucis’.
AAM