Ante la comercialización de vapeadores en máquinas expendedoras, Helen Anaya Sanroman, vicepresidenta nacional de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (CANIRAC), hizo un llamado a las autoridades a retirarlas, pues están al alcance de menores de edad en Guanajuato.
Resaltó que a partir de que entró en vigor la nueva ley antitabaco han sido más estrictas las acciones para controlar este tema, incluyendo a los vapeadores, sin embargo, hizo hincapié en que se tendría que realizar un recorrido por zonas específicas del municipio de León, principalmente las que son de afluencia turística como la Madero, para identificar este problema y actuar de sobremanera.
"No entiendo por qué están esas máquinas a la vista y al público en general sin control alguno, yo creo que nuestras autoridades deben de darse un recorrido por la calle Madero y los establecimientos donde tengan el conocimiento de que se comercializan estos vapeadores para que de alguna manera sean clausurados y no se vendan a menores de edad” […] “Que las quiten definitivamente, no tienen por qué existir y sobre todo siempre hemos pedido piso parejo, parejo para todos, entonces hay que corresponder con responsabilidad a estos llamados de la autoridad”, dijo.
De acuerdo con los datos de la Secretaría de Salud en Guanajuato, se pasó de decomisar 77 vapeadores en 2021 a 3 mil 93 en 2022, mientras que en lo que va de 2023 la cifra es de mil 93, siendo San Miguel de Allende uno de los municipios donde más se han decomisado con un total de mil 284 vapeadores, seguido de Guanajuato capital con 511.
"Los vapeadores está comprobado que hacen más daño a la salud que un cigarro normal, y obviamente los jóvenes por falta de conocimiento creen que no hacen daño, y sobre todo la facilidad que tienen de conseguirlo hasta en una máquina expendedora como si fueran galletas", puntualizó la empresaria.
Resaltó que, es un problema muy grave ya que están al alcance de los niños, que con 100 pesos pueden sacar el más económico de una máquina, y al consumir esta sustancia ilícita podría llevarlos a probar otras drogas más fuertes.
“Se supone que en la ley anterior no podías vender cigarros a menores de edad, pero con esta modalidad de que se venden en máquinas expendedoras, pues hasta un niño de 10 o 12 años lo puede comprar, entonces yo creo que definitivamente abogaría porque esas máquinas se queden fuera de operación y que el establecimiento que las tenga, que se les apliquen sanciones muy duras, desde una multa muy importante, hasta la clausura del establecimiento”, concluyó Anaya Sanroman.