A tan solo 60 kilómetros de Guadalajara, el municipio de Tequila, uno de los Pueblos Mágicos de Jalisco, se ha consolidado como un pilar de la identidad mexicana y un centro de actividad económica vital para la región.
Esta localidad, reconocida por la Unesco en 2006 como Patrimonio de la Humanidad por su Paisaje Agavero, fundamenta su estabilidad en la producción de la bebida homónima, una actividad que actualmente genera el 70% de los empleos directos e indirectos de la zona.
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El desarrollo de este destino responde a una integración entre la historia de sus destilerías centenarias y una oferta turística que atrae a visitantes nacionales y extranjeros interesados en el proceso artesanal del agave.
¿Cuál es el ciclo de producción del tequila?
La base de esta economía es el Agave Tequilana Weber, una planta que prospera en el suelo volcánico rico en basalto y hierro de la región.
El proceso de producción comienza con los plantadores y continúa con el trabajo de los jimadores, como Manuel Alejandro, quienes cosechan entre 300 y 400 piñas al día. Estas, que llegan a pesar 15-20 kg, se parten para facilitar su manejo y se trasladan en camiones o carretones, a la fábrica, donde se inicia con el proceso de destilado.
"La verdad es un trabajo un poco agotador. No cualquier persona lo aguanta. Se ve que es fácil, pero tiene su qué ver. Mucha fuerza, ¿no? De hecho, esto de 'pelar una bola' es sencillo. Pero a veces nuestro trabajo es hacer dos o tres carros diarios. Que cuando va rajado, es un poco más difícil", comenta Manuel Alejandro.
La cadena de valor incluye etapas críticas supervisadas por expertos locales:
- Cocimiento y molienda: Las piñas se cocinan en hornos tradicionales por 16 horas para obtener perfiles de sabor dulces. Posteriormente, el agave se exprime en trenes de molinos para extraer el jugo.
- Fermentación y destilación: El jugo se mezcla con levaduras en tinas de gran capacidad durante al menos 24 horas. La destilación se realiza en alambiques de acero con interiores de cobre para mantener el método tradicional.
- Maduración: El producto final puede reposar en barricas desde dos hasta cinco años.
La jima, es el proceso de cosecha del agave que consiste en cortar las pencas y las raíces de la planta, para extraer la piña o corazón.
El jimador es un eslabón clave en la cadena, después de los plantadores. Manuel Alejandro, se dedica desde hace seis años a esta actividad.
"Las primeras manos son los plantadores, las segundas las que atienden el agave y nosotros somos las terceras... El primer paso es acomodar la bola, usas una herramienta que se llama coa y la vas pelando hasta darle forma".
¿Qué hacer en Tequila, Jalisco?
Para el perfil profesional y familiar que visita la región, el municipio ofrece un recorrido por más de 30 fábricas activas que conservan su arquitectura colonial.
Entre las más destacadas se encuentran Fábrica Cuervo, la más antigua (1758); Sauza, fundada en 1873; y La Rienda, una destilería que, con 25 años de operación, sostiene a 400 familias locales.
Además de la industria, el turismo de servicio ofrece opciones gastronómicas y culturales específicas:
- Gastronomía: Restaurantes como La Posta han innovado utilizando el agave en platillos como el filete de res bañado en tequila.
- Cultura local: Los antiguos lavaderos de piedra laja, los más largos de México, ofrecen un vistazo a la vida cotidiana del siglo XX y a leyendas locales como la de "Doña Félix".
- Recomendaciones de consumo: Expertos locales sugieren degustar el tequila "a besitos", dejando reposar el líquido en la boca de 10 a 15 segundos para mitigar el ardor del alcohol y apreciar los matices del destilado.
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