En el corazón del cerro de Amalucan, en la ciudad de Puebla, se preserva un rincón en el que parece que el tiempo se ha detenido: la Hacienda de San Juan Bautista.
Con una fachada hermosa y pasillos embellecidos por sus jardines, la Hacienda de San Juan Bautista es un lugar que ha sobrevivido en el tiempo que representa siglos de esfuerzo plasmados en su arquitectura.
¿Cuál es la historia de la Hacienda de Amalucan?
En el año 1584, un grupo de Jesuitas comenzó a construir una hacienda en las faldas del cerro de Amalucan destinada para la creación de un emporio agrícola.
El edificación quedó concluida en 1726. Las ganancias de la cosecha se destinaron a la construcción del Colegio Jesuita, hoy conocido como edificio Carolino, perteneciente a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), en el Centro Histórico de la capital poblana.
Tiempo después vino la independencia, Juárez, las Leyes de Reforma, la expulsión de los Jesuitas.
En la época de la intervención francesa, los batallones extranjeros ocuparon las instalaciones de la hacienda como lugar para prepararse rumbo a la Batalla de Puebla, en la que el Ejército de México salió victorioso.
A lo largo de sus más de cuatro siglos de historia, la Hacienda de Amalucan ha poseído cerca de 30 dueños. En 1910, la propiedad pasó a manos de Friedrich Petersen.
La página oficial de este lugar narra que la Hacienda de San Juan Bautista tenía fama de ser un sitio 'salado', incluso le llamaban 'quita calzones' porque los dueños se iban a la quiebra, perdían la propiedad o de plano la vendían para salir de sus deudas.
En el caso del doctor Friedrich la situación no fue diferente, sino hasta que su hijo Hugo Petersen Colombres, tomó las riendas de la finca, y con nuevas técnicas sanó el negocio en la historia; que hasta después de los Jesuitas volvió a dar frutos.
El nuevo rostro de la Hacienda de Amalucan
En el año de 1972 fueron invadidas las tierras y desde entonces la Hacienda de Amalucan empezó a decaer debido a todas las invasiones ocurridas al igual que todas las haciendas de la época.
Actualmente, se ha seguido la tarea de rescatar la hacienda, ya que con el paso de los años y temblores se han ido creando grietas peligrosas en sus muros de más de metro y medio de ancho. Ésta ha sido una labor titánica y muy costosa que hasta hoy en día se ha mantenido viva.
La Hacienda de Amalucan ahora es escenario para eventos sociales, empresariales y enlaces nupciales. En 1998 se comenzó a escribir la nueva historia de este inmueble. La primera boda se celebró con la asistencia de 250 invitados, por lo que hasta ahora van 800 eventos realizado desde ese tiempo a la fecha.
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