Especialistas piden que la vacuna antivaricela sea parte del cuadro básico de vacunación en México, pues aplicarla puede prevenir los brotes de herpes zoster, una dolorosa secuela de la varicela que se manifiesta muchos años después de la infección inicial.
Alrededor de 50 por ciento de las personas mayores de 70 años han presentado al menos un brote de herpes zóster, el cual se manifiesta como un sarpullido y ampollas, acompañadas de fiebre, comezón y una enorme sensibilidad en la piel.
¿Qué es el herpes zóster y cuáles son sus síntomas?
Rodrigo Romero Feregrino, coordinador general de la Asociación Mexicana de Vacunología, explicó a MILENIO/TELEDIARIO, que el virus varicela-zóster (VVZ) es el causante de dos enfermedades: la varicela, que da la primera vez que se tiene contacto con el virus; una vez que los síntomas desaparecen, el virus se queda guardado, toda la vida, en algún ganglio neuronal del cuerpo.
Este virus se reactiva en la edad adulta por múltiples causas, desde enfermedades hasta estrés y las posibilidades de que “despierte” aumentan con los años, pues a partir de los 60 bajan las defensas que protegen contra el virus varicela-zóster.
Los síntomas del herpes zoster, también conocido como culebrilla, incluyen la aparición de un sarpullido que se convertirá en ampollas y luego en cicatrices, sobre todo si se rascan. Estas lesiones en la piel están acompañadas de un dolor persistente, quemante o ardoroso que provoca que la ropa no se tolere y que cualquier roce en la zona en donde se registra una lesión sea insoportable.
Estas sensaciones están causadas porque el herpes zóster daña el nervio sensitivo, y el dolor puede durar desde días hasta nunca desaparecer.
Romero Feregrino explicó que además de la edad, enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión, obesidad o cáncer, incrementan el riesgo de que el virus brote.
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¿Por qué la vacuna antivaricela protege del herpes zóster?
Como todas las vacunas, la vacuna antivaricela permite al sistema inmunológico estar en contacto con una muestra atenuada de los virus, lo que le permite generar defensas y poder reconocerlo cuando se da una infección real.
De acuerdo con el coordinador general de la Asociación Mexicana de Vacunología, existen dos tipos de vacunas contra el herpes zóster: la vacuna recombinante con adyuvante (RZV) y la “viva atenuada” que contiene virus de la cepa Oka. (ZVL), las cuales se recomiendan a mayores de 50 años y a personas que tengan mayor riesgo de desarrollar brotes.
Ambas vacunas tienen una eficacia de más de 70 por ciento para la prevención de los brotes y de más de 90 por ciento para la prevención de las complicaciones.
“Por un lado es la reducción de la enfermedad como tal, que la gente no padezca esta enfermedad que es muy molesta, dolorosa y que tiene riesgos, y en segundo, todos los costos que esto conlleva, por eso todo lo que tiene que ver con prevención como es la vacuna hay que verlo que siempre va a ser beneficioso”.- Rodrigo Romero Feregrino.
Por lo anterior, considera que estas vacunas deben incorporarse a los esquemas preventivos de salud y aunque señaló que lo ideal sería que se haga desde los sistemas de salud, planteó que de no lograrse debe considerarse dentro de los propios gastos en salud que realizan las familias.
KAT