Conoce la historia de la Antigua Basílica de Guadalupe a 313 años de su construcción

La obra fue entregada el 27 de abril de 1709 e inaugurada el 1 de mayo del mismo año, funcionó como templo a la Virgen de Guadalupe por 267 años.

Permaneció cerrada por 24 años mientras era intervenida para salvarla del hundimiento / Juan Carlos Bautista
Ciudad de México. /

El Templo Expiatorio a Cristo Rey, mejor conocido como la Antigua Basílica de Guadalupe, es parte del complejo mariano ubicado en las laderas del cerro del Tepeyac, en la alcaldía Gustavo A. Madero. Su construcción finalizó el 27 de abril de 1709 convirtiéndose en el cuarto templo mariano del conjunto y durante 267 años fue casa de la sagrada imagen de la Virgen de Guadalupe.

Su construcción inició en enero de 1695 con la demolición del templo anterior y la colocación de la primera piedra, así lo relata el historiador Gustavo Watson Marrón en su libro “El templo que unió Nueva España”, él señala que la idea de construir un nuevo templo a la Virgen de Guadalupe surgió a raíz del rápido crecimiento que tuvo el culto Guadalupano, por lo que el proyecto fue aprobado por el arzobispo de México Francisco de Aguiar y Seijas.

Previo a este existieron tres recintos religiosos, el primero fue edificado por el propio Juan Diego como un modesto inmueble que permaneció durante 17 años hasta su muerte en 1548.

Entre 1554 y 1564 el arzobispo Alonso de Montúfar decidió remodelar la sacristía con el fin de convertirla en un espacio más adecuado para la oración.

Por último, en 1622 el arzobispo Juan Pérez de la Serna consagró un nuevo santuario, el cual contaba con lámparas de plata, así como pinturas y esculturas en su interior, por lo que fue conocida como Iglesia Artesonada, último templo previo a la Antigua Basílica de Guadalupe.

La Antigua Basílica de Guadalupe estuvo a cargo inicialmente del arquitecto Manuel Durán, sin embargo, al poco tiempo el proyecto pasó a manos del arquitecto Pedro Arrieta, a quien se le reconoce como ejecutor de la obra. Es el único templo del país que cuenta con cuatro torres octagonales, modelo tomado de las basílicas españolas, además cuenta con tres naves y 15 bóvedas. Alberga una cúpula central que se eleva sobre un tambor, elemento que sirve para darle altura, y pechinas; la fachada está hecha de cantera al estilo barroco.

En su interior cuenta con un estilo neoclásico, decorado con vitrales, pinturas monumentales, un altar de mármol de carrara, candelabros de bronce del siglo XVIII y un órgano monumental.

Entre los eventos más destacados se encuentran la confirmación de la Virgen de Guadalupe como patrona nacional y el decreto de su fiesta cada 12 de diciembre desde 1754 por el papa Benedicto XIV, así como su coronación como reina y madre de México realizada en 1885. También el atentado del 14 de noviembre de 1921, día en que un hombre colocó a los pies de la Virgen un arreglo floral con una bomba y cuyo objetivo era destruir la imagen de la Guadalupana.

¿Por qué construir una nueva Basílica?

Derivado de las condiciones del suelo en la zona, la Antigua Basílica comenzó a hundirse de manera diferencial llegando a más de tres metros de disparidad, causando daños en su estructura, fracturas e inestabilidad que ponían en riesgo la seguridad de los visitantes.

En 1972 Guillermo Schulenburg, abad de la basílica, planteó la posibilidad de construir una nueva que tuviera la capacidad de recibir a las grandes peregrinaciones.La nueva Basílica fue abierta el 12 de octubre de 1976.

Ese mismo año, una vez resguardado el ayate en su nueva morada, la Antigua Basílica cerró sus puertas mientras era intervenida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), institución que realizó obras de ingeniería como la colocación de pilotes de control para corregir los hundimientos del terreno y prolongar la vida del templo, finalizando en el 2000, año en que reabrió sus puertas al público.

¿Por qué se construyó la Basílica de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac?

De acuerdo con la tradición religiosa, la Virgen se le apareció en cuatro ocasiones a Juan Diego en el Cerro del Tepeyac, lugar por el que pasaba al ir a Tlatelolco. Durante la primera aparición la Virgen de Guadalupe le solicitó la construcción de un templo en la zona, por lo que Juan Diego se dirigió hacia el arzobispado para comunicar la petición, sin embargo, el obispo se negó ante la falta de pruebas.

Mientras no existiera una señal divina no podría creer en su dicho, por ello Juan Diego regresó al cerro para encontrarse de nueva cuenta con la Virgen, ella le prometió que le daría la señal al día siguiente.

Juan Diego regresó a casa y encontró a su tío gravemente enfermo, por lo que corrió hacia Tlatelolco en busca de un sacerdote para ayudarlo a bien morir. Para no ser visto por la Virgen rodeo el cerro del Tepeyac, no obstante, apareció para notificarle que su tío estaba sano, por lo que ahora podía recolectar de la cima rosas de castilla.

Las coloco en su ayate y se dirigió de nueva cuenta a la casa del obispo, hoy museo de la Secretaría de Hacienda, ubicado a un costado de Palacio Nacional y al momento de desplegar su tilma, las rosas estamparon milagrosamente la imagen de la Guadalupana.

Desde sus apariciones hasta el día de hoy, la Virgen de Guadalupe ha sido venerada por millones de fieles en el mundo, y en el caso mexicano, independiente del ámbito religioso, se ha convertido en símbolo de identidad nacional.

Es el segundo recinto católico más visitado del mundo, solo por detrás de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, además de ser el templo mariano más visitado del planeta. Al año recibe en promedio a 20 millones de peregrinos, de los cuales cerca de nueve millones se concentran sólo en la noche del 11 de diciembre para estar presentes durante el inicio del día de la Virgen y cantarles las tradicionales ‘mañanitas’.

FM

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