En el siglo XX, la salud de las familias de Puebla era atendida en boticas, espacios que hoy se convirtieron en farmacias; una de las más emblemáticas fue La Teresiana que durante casi un siglo operó frente al antiguo mercado La Victoria en el Centro Histórico.
La Teresiana ocupó los números 104 y 106 de la calle 8 Oriente y no sólo vendía medicina de patente, también ofrecía artículos de perfumería y regalos, incluso contaba con estacionamiento subterráneo gratuito para sus clientes.
Este establecimiento fue fundado alrededor de 1910 por don Carlos Hidalgo León, originario de la ciudad de Tecamachalco, al poco tiempo de casado con quien fue su esposa, doña Matilde R. Bueno Gallegos, originaria de la capital poblana.
- Comunidad
“Se le nombra Teresiana a la botica, en honor a quienes fueron tíos de doña Matilde; los señores Ángel y María Teresa R. Bueno, quienes la quisieron como su propia hija”, narra Omar Hidalgo Aguilar, bisnieto de don Carlos.
Como era costumbre en aquella época, en la parte posterior del establecimiento se localizaba la tradicional rebotica, donde se prepararían productos químicos, farmacéuticos y fórmulas magistrales.
Al tener conocimientos de química, don Carlos desarrolló una marca propia como lo fue la “Magnesia Teresiana”, remedio muy eficaz para los males estomacales y antiácido, más o menos por el año de 1915.
Al fallecimiento de don Carlos Hidalgo, a sus 40 años, en noviembre de 1922, su viuda se hizo cargo de la botica: “Una mujer muy inteligente y adelantada para su época, junto con su hijo Carlos, de 17 años”.
Poco antes del fallecimiento de la señora Matilde a principios de 1943, ya participaba su otro hijo Daniel; sin embargo, fueron sus hijos Benjamín, Gabriel y Jesús Hidalgo Rodríguez quienes continuaron con la administración hasta el final.
En dicho edificio, en la planta alta, estuvieron las oficinas de Drogas La Victoria, una compañía que se encargaba de la distribución de medicamentos. Esta empresa fue fundada por los hijos de don Carlos Hidalgo.
Botica La Teresiana: una historia de 85 años
Al inicio en La Teresiana se expendían productos elaborados por la combinación de ácidos, plantas y diversas sales, es decir, operaba como botica. En este espacio se realizaban medicamentos con ingredientes y se basaban en fórmulas magistrales; esto es un preparado realizado por el farmacéutico para las necesidades específicas de un paciente, pero siempre con las indicaciones establecidas en la receta médica.
Tras recibir la orden del cliente, el personal tardaba algunos minutos para la preparación de un jarabe, pomada o ungüento. Para ello trituraban flores y raíces en morteros; usaban matraces para vaciar algunos líquidos; vasos de precipitados para medir y agitadores para disolver.
La Teresiana fue una de las farmacias donde se surtían las recetas que expedía el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuando carecía de algún medicamento, a través de la emisión de vales intercambiables.
En 1995, cuando comenzó la apertura de las franquicias farmacéuticas, junto con el gran incremento de medicinas de patente, la emblemática botica y farmacia La Teresiana cerró sus puertas de forma definitiva.
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