El antiguo mercado La Victoria es una de las últimas construcciones de México que evoca a la época del Porfiriato, con hierro forjado y algunas provenientes de Francia, y en el corazón del inmueble yace un quiosco que funge como eje central de la emblemática fortaleza que abarca una manzana.
Construido a mitad del siglo XIX, el inmueble fue edificado en memoria del ex presidente de México, Guadalupe Victoria, durante el gobierno de Antonio López de Santa Anna y remodelado a finales de ese centenario e inicios del siglo XX, por lo que fue una de las últimas obras hechas durante el período de Porfirio Díaz para darle un toque francés a Puebla.
El inmueble está ubicado a un costado del corredor 5 de Mayo y abarca una manzana entera, es decir, calle 4 Poniente, 8 Poniente y la 3 Norte. El mercado La Victoria también comparte muro con el templo de Santo Domingo y la capilla del Rosario.
En sus inicios, los poblanos ataviados en trajes de manta y sombrero, compraban semillas, legumbres, frutas, verduras, incluso, antojitos como las cemitas. De hecho, en la portada ubicada en la 6 Poniente existe un reloj en la torre con las esculturas de los dioses griegos, Hércules y Zeus, que representan el trabajo y el comercio, ambas esculpidas por el artista poblano Jesús Corro Soriano.
Durante largas décadas, la actividad comercial era el vaivén de todos los días, hasta convertirse en el centro de abasto más grande e importante de la capital poblana. En la memoria de quienes vivieron en la década de los 50 a los 80, recordarán las aguas frescas de frutas naturales, la venta de flores y los perecederos.
En 1986, el ex presidente municipal de Puebla, Jorge Murad Macluf decidió cerrar el inmueble porque carecía de medidas sanitarias adecuadas, así que los más de mil comerciantes fueron trasladados a otros puntos de la ciudad. El lugar permaneció abandonado hasta que en 1994 lo rescató la Fundación Amparo y fue convertido en un centro comercial.
Actualmente la tienda ancla es Suburbia, pero en los años de historia de esta plaza, los poblanos compraron joyas en London o jabones 'Maja' en la tienda El Regalo y ropa en Melody.
Quiosco del mercado La Victoria y su belleza en vitrales
En el corazón del mercado La Victoria existe una de las obras más imponentes de Puebla, además, uno de los puntos de encuentro y por qué no, con un lugar especial entre los ciudadanos: el quiosco.
La obra está hecha de hierro forjado y embellecido en la cúspide con vitrales, que lo hacen lucir con esplendor. Al ser el eje central del comercio, ahí se vendían flores, aunque actualmente funge como un lugar que adorna el sitio y que en días de Navidad, los niños se toman fotos con los Reyes Magos y Santa Claus.
En el centro del quiosco existe una placa con coordenadas que al verificar te darás cuenta que es la dirección del mercado La Victoria. El quiosco es de estilo mudéjar, su estructura fue prefabricada y traída desde Francia, y la unión de las piezas fue hecha con remaches. El autor fue el maestro Enrique Cañas quien supo bien perfeccionar su trabajo con la arquitectura de Julián de Saracíbar, responsable del diseño del mercado que se ha ganado el corazón de los poblanos.
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