El antiguo río de San Francisco fue el testigo mudo de la fundación de Puebla, del nacimiento de la ciudad hace 492 años sobre lagos y manantiales al margen del afluente, hoy convertido en el bulevar Héroes del 5 de Mayo.
La antigua ciudad fue construida por manos indígenas provenientes de Cholula, Tepeaca y Huejotzingo. Puebla nació en el valle del Huitzilapan, que en náhuatl significa en el 'río de los colibríes'.
Los primeros pasos de la Nueva España se dieron en la zona de San Francisco. Por ello, los primeros pobladores se asentaron en el barrio de El Alto y la misa fundacional fue orquestada por Fray Toribio de Benavente, durante la mañana del 16 de abril de 1531, en un altar rústico del Paseo de San Francisco.
El río San Francisco vio nacer a Puebla
Hoy en día caminamos en una ciudad embellecida por la cantera, el ladrillo rojo y la talavera, pero antes de que las lluvias torrenciales de hace casi cinco siglos, obligaran a modificar el asentamiento de Puebla, la vida se desarrollaba en la zona de San Francisco.
Debajo de la Puebla que ahora recorremos existe un recuerdo, el río de San Francisco que quedó entubado y encima se construyó el bulevar 5 de Mayo.
Durante siglos, el río fue el proveedor de vida para el desarrollo de industrias y comercios. El cauce abierto de San Francisco llegó a tener hasta 20 puentes, el de Ovando en el Barrio de Analco es una reliquia que nos recuerda la Puebla que quedó en el olvido. El puente de la capillita de Dolores fue otro de los más importantes, además el antiguo río San Francisco sirvió para el funcionamiento de los primeros molinos que existieron en la ciudad.
Río de San Francisco: el olvido y abandono
Con el andar de los años, el río fue convertido en un lugar para las descargas residuales, incluso, las fábricas textileras arrojaban desperdicios al afluente. Un problema que empeoró en 1915.
A esta situación se añade que la urbe creció, las lluvias torrenciales provocaban inundaciones, el agua dulce se contaminó y el río fue entubado. En 1963 se tomó esta decisión por parte de las autoridades, en 1964 comenzaron las obras que tardaron hasta una década.
El afluente de San Francisco fue sepultado entre toneladas de concreto. El proyecto dio paso a lo que hoy conocemos como bulevar 5 de Mayo, una de las arterias viales más importantes de la ciudad.
Muchos sólo conocemos aquel paisaje por las imágenes del pasado y por la memoria de quienes lo vieron. Pero es inevitable pensar en los siglos del relicario de América sin su río de San Francisco.
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